En el oeste de Alemania se ha confirmado hasta ahora la muerte de 103 personas y en Bélgica hay al menos 18 fallecidos, según los últimos balances oficiales. Luxemburgo y Holanda también se han visto afectados y hubo zonas que tuvieron que ser evacuadas de urgencia.
“Me temo que solo veremos la magnitud de la catástrofe en los próximos días”, advirtió el jueves por la noche la canciller alemana, Angela Merkel, desde Washington, donde está de visita.
“Las inundaciones de la muerte”, titula el viernes el diario Bild, el más leído de Alemania.
Las intensas lluvias sorprendieron a los habitantes y algunos quedaron atrapados por las riadas y desbordamientos de ríos, que sembraron desolación y miedo a su paso.
“A las 23.30 horas había solo un poco de agua, a la 1 de la madrugada, todo estaba sumergido. Nuestro apartamento, nuestra oficina, las casas de los vecinos… Todo se inundó en apenas 15 minutos”, dijo a la AFP Agron Berischa, en la ciudad de Ahrweiler, en el estado de Renania-Palatinado.
En ese estado, el número de decesos pasó el viernes de 28 a 60, pero seguro aumentará ya que las autoridades buscan a decenas de desaparecidos.
Cerca de Colonia, un deslizamiento de tierra ocurrido este viernes debido a las inundaciones provocó “varios muertos” y hay personas desaparecidas, según una portavoz del gobierno local.
Como un tsunami
En la zona de Ahrweiler, especialmente golpeada, hay 1 mil 300 personas de las que no se tiene noticias, aunque gran parte de esa cifra engloba a habitantes que no pueden ser localizados debido a los problemas de comunicación.
Concretamente, “estimamos que puede haber 40, 50 ó 60 desparecidos. Cuando hay personas que no dan señales de vida durante mucho tiempo se teme lo peor”, declaró el ministro de Interior del estado, Roger Lewentz, a la cadena de televisión SWR.
“Por tanto, el número de víctimas corre el riesgo de aumentar en los días venideros”, dijo.
Cerca de 1 mil soldados fueron movilizados en Alemania para ayudar en las operaciones de rescate, evacuación y limpieza de las ciudades, de las que llegan imágenes desoladoras.
Por las calles de Ahrwiler, pareciera que ha pasado un tsunami: las calles y numerosas casas están sumergidas, hay edificios que se han hundido, los automóviles han sido arrastrados, los árboles, arrancados.
Varios vecindarios de la localidad seguían el viernes literalmente aislados del mundo.
Por ahora sigue lloviendo en varias regiones del oeste y el caudal del Rin y de varios de sus afluentes aumenta peligrosamente.
“Estas imágenes se ven en televisión, pero cuanto toca vivirlas es algo inimaginable”, decía Achmed Hagnecevitch, desde la ciudad de Hagen, en Renania del Norte-Westfalia.
Según Gerd Landsberg, director general de la asociación alemana de ciudades y municipios, “es una catástrofe de una magnitud desconocida”. “Vistos los daños, hay miles de millones de euros en pérdidas”, dijo.
“¿De dónde viene toda esta lluvia? Es una locura”, dice a la AFP Annemarie Mueller, en la ciudad de Mayen, también en Renania-Palatinado, contemplando desde su balcón el jardín inundado.
Durante la noche, la lluvia “hacía un ruido tal, y vista la velocidad con la que bajaba la corriente, pensamos que iba a echar abajo la puerta”, dice.
– El clima, en campaña –
Estas lluvias han situado la cuestión del cambio climático en el centro de la campaña electoral alemana, donde se celebrarán comicios legislativos el 26 de septiembre, tras los cuales Merkel dejará el cargo.
“Estos caprichos meteorológicos extremos son consecuencia del cambio climático”, estimó el ministro de Interior, Horst Seehofer.
Cuando la atmósfera se calienta, retiene más agua y puede provocar lluvias intensas. Estas pueden tener consecuencias especialmente devastadoras en las zonas urbanas, debido a sistemas de drenaje deficientes o construcciones situadas en zonas que corren el riesgo de verse inundadas.
El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, instó este viernes a “comprometerse con decisión” en la lucha contra el cambio climático, única alternativa, según él, para “controlar fenómenos meteorológicos extremos”.
“Esta situación significa que tenemos que acelerar las medidas de protección climática a nivel nacional, europeo y mundial, dijo Armin Laschet, candidato del partido conservador de Merkel y favorito para reemplazarla, según los sondeos.
Los vecinos de las regiones alemanas más castigadas, como Bélgica, Holanda y Luxemburgo, también se ven afectados por el temporal.
En Bélgica, además de los al menos 18 fallecidos hay 19 personas desparecidas, centenares bloqueadas en sus casas y 21 mil sin electricidad. El ejército fue desplegado en cuatro de las 10 provincias del país para participar en las tareas de rescate.