Según “Folha de Sao Paulo”, los estados de Brasil en donde se registran más este tipo de crimen sexual son los Acre y Tocantins, ambos en la región amazónica, con una tasa de 4,41 y 4,31 por 100 mil habitantes, respectivamente, seguidos por la capital del país, Brasilia, con 4.23 por 100 mil. El promedio total en el país es de 1,71 por 100 mil.
Poca denuncia
Según estadísticas sobre el tema hechas por el estatal Instituto de Pesquisa Aplicada (IPEA), en Brasil apenas el diez por ciento las violaciones son denunciadas al año. En números, son un total de 50 mil, lo que significa que en el país se cometerían un 450 mil violaciones al año.
“Lamentablemente, es solo la punta del iceberg. La violencia sexual contra la mujer es un crimen invisible. Muchas mujeres violadas no hacen la denuncia. A veces ni lo dicen en sus casas porque existe la cultura de culparlas a pesar de que son las víctimas”, declaró al periódico Daniel Cerqueira, investigador del IPEA.
Cerqueira es también autor de un estudio sobre la evolución de las violaciones en los registros de salud brasileños, que arrojó como resultado que en el país sudamericano, los niños representan el 40 por ciento del total de víctimas de agresiones sexuales reportadas, los adolescentes el 24, mientras que un 36 por ciento son adultos.
La antropóloga Debora Diniz, profesora de la Universidad de Brasilia, declaró al diario que en las violaciones colectivas existe el agravante de que muchos de los crímenes son grabados y publicados en redes sociales por los agresores.
“Es perturbadora la necesidad de los agresores de filmar la violencia. Es como si fuera un souvenir de la conquista”, declaró Diniz.
Según constató “Folha de Sao Paulo”, en 51 casos de estupro colectivos publicados por la prensa local en los últimos tres años, 14 fueron publicados en redes sociales.