“Si has estado en un tour de la Casa Blanca, probablemente habrás visto este cartel. (Muestra un cartel en el que se lee No se permiten fotografías o redes sociales). Bien, pues ya no más (lo rompe en dos pedazos)” , fue el desenfadado mensaje lanzado por la primera dama en un vídeo en su cuenta de Instagram.
Big news! Excited to announce we're lifting the ban on cameras and photos on public tours at the @WhiteHouse!
https://t.co/b0v17puClm
— The First Lady (@FLOTUS) julio 1, 2015
Más tarde, la directora de la Oficina de Visitantes de la Casa Blanca, Ellie Schafer, dio más detalles sobre la novedad, explicó que las fotografías se pueden tomar a lo largo de todo el tour, y emplazó a los visitantes a compartir su experiencia en las redes mediante la etiqueta #WhiteHouseTour (#TourCasaBlanca).
.@WhiteHouse lifts ban on photos and social media during public tours via @silverfox1600 http://t.co/fZ47EkAR8g
— White House Insider (@whcinsider) July 1, 2015
Sin embargo, el fin de la prohibición de las fotos no abrió también la veda a los populares palos de selfi, que siguen prohibidos en el edificio que sirve a la vez de residencia de la familia presidencial de Estados Unidos y de oficina del presidente.
Tampoco se permite el uso de trípodes, monopiés, tabletas, cámaras con lentes desmontables y videocámaras, así como el uso del flash al tomar las fotografías y la retransmisión en directo por internet.
De esta manera, para fotografiar el interior de la Casa Blanca, los visitantes deberán usar sus teléfonos móviles (como hicieron la mayoría de los presentes hoy al levantarse la veda) o cámaras compactas cuya lente no supere los 7,62 centímetros de longitud.
La decisión de eliminar la prohibición de las fotografías, que ha estado en vigor durante los últimos cuarenta años, responde a la voluntad de Barack y Michelle Obama de acercar la residencia presidencial a los ciudadanos tanto como sea posible, expresada por ambos en varias ocasiones.
Uno de los visitantes que acudieron hoy a la Casa Blanca y a quienes el anuncio cogió por sorpresa, Michael Labrecque, de Florida, dijo estar “encantado” con la nueva política, y aseguró que tomaría tantas fotos como pudiera, mientras sus hijos de 9 y 11 años posaban para que su padre les retratase.
Otra de las visitantes, Lisa Ananager, de Virginia, también aprovechó para sacar varias fotografías con su teléfono móvil del jardín de la residencia presidencial con el monumento a George Washington de fondo, informó el servicio de prensa de la Casa Blanca.
Los visitantes también sacaron varias fotografías de los dos perros de la familia presidencial, Bo y Sunny, mientras los dos canes de agua portugueses permanecían obedientemente sentados como si estuviesen posando a sabiendas.
Los tours de la Casa Blanca se realizan de martes a sábado y son gratuitos para todo el mundo, aunque el proceso de solicitud para los extranjeros es distinto que para los ciudadanos estadounidenses.
Los estadounidenses deben realizar la reserva contactando con la oficina del representante de su distrito en el Congreso, y pueden hacerlo entre seis meses y 21 días antes de la fecha planeada para la visita.
Los extranjeros, por su parte, deben contactar con la embajada de su país en Washington para realizar la solicitud.
Quienes no puedan desplazarse hasta Washington para visitar en persona la residencia presidencial, pueden hacerlo de forma virtual desde cualquier parte del mundo, a través de las cámaras de 360 grados de Google Art Project, con quienes la Casa Blanca tiene un acuerdo.