Las probabilidades de que haya vida son mayores cuanto más evolucionado químicamente, más complejo sea el sistema, pero no todos los lugares son favorables para que se desarrolle, comentó.
Para que haya vida como la que se ha desarrollado en la Tierra es imprescindible que haya agua, pero nada nos asegura que en otros planetas no puede existir otro tipo de vida que no precise de ese elemento, indicó el astrónomo.
3 mil 500 millones de años hace que apareció la vida en la Tierra
Además de agua se necesita oxígeno en la atmósfera y para la búsqueda de vida los científicos están realizando un inventario de exoplanetas, de los que se han confirmado más de mil, de los que se conoce su masa y la distancia a la que están de su estrella.
Cada vez se encuentran planetas más pequeños y parecidos a la Tierra y el paso siguiente, comentó Esteban, será utilizar telescopios gigantes, lo que ocurrirá dentro de unos quince o veinte años, para hacer espectroscopías, es decir, analizar la luz de los planetas y detectar en su espectro posibles rasgos que indiquen la existencia de agua y oxígeno.
O tal vez algún indicador de actividad biológica, opinó Esteban, quien destacó que el descubrimiento de metano, ozono o dióxido de carbono también podría interpretarse como pistas de la existencia de compuestos orgánicos sobre los que se sustenta la vida terrestre.
Vida microscópica
Hasta el momento no se ha demostrado que vida similar a la de la Tierra se haya producido en otro lugar del Universo y uno espera que si se encuentra vida en Marte será microscópica, no de seres superiores o complejos, declaró.
Recordó el astrónomo del Instituto de Astrofísica de Canarias que pasó mucho tiempo hasta que se desarrollaron seres vivos complejos en la Tierra, pues si bien la vida apareció hace unos tres mil 500 millones de años, los seres complejos, multicelulares, lo hicieron hace unos 600 millones años; es decir, que la mayor parte de la historia de la vida en este planeta ha sido unicelular y un “visitante” hubiera necesitado un microscopio para verla.
En cuanto al estudio de los exoplanetas señaló que se albergan esperanzas de que haya vida similar a la nuestra en los más pequeños y parecidos a la Tierra porque tienen una superficie rocosa, mientras que en los gaseosos se considera más difícil que la haya, pues tienen una atmósfera muy pobre en elementos pesados y complejos.
Los planetas pequeños no pueden retener hidrógeno, ni helio, y tienen mayor proporción de moléculas complejas, orgánicas, y por ello mayor probabilidad de albergar vida, apuntó Esteban.
El astrónomo del Instituto de Astrofísica de las islas Canarias reconoció que apenas se ha avanzado en la investigación de posible vida como la de la Tierra en exoplanetas, y eso se debe a la limitación que imponen los instrumentos actuales, si bien la situación puede cambiar en las próximas décadas.