En el último conteo, divulgado a las 01h00 GMT del miércoles, Kuczynski tenía 8.461.047 votos, frente a 8.405.788 de Fujimori.
El equipo de Kuczynski se declara seguro de que asumirá las riendas de Perú por cinco años a partir del 28 de julio. “Como porcentaje, las cifras se acortan pero en votos estamos en el rango, unos 50.000 votos de diferencia a favor de la candidatura de Kuczynski”, dijo el aspirante a la vicepresidencia de PPK, Martín Vizcarra.
El fujimorismo también mantiene sus propios cálculos. “Se acercan ambos candidatos. Hemos revisado las actas de nuestros personeros y hemos podido evaluar que tenemos muy buenas esperanzas, estamos optimistas y vamos a mejorar nuestra performance”, dijo Pedro Spadaro, uno de sus voceros tras reunirse con la candidata.
Sin perder la esperanza
Spadaro, también legislador fujimorista, aseguró que faltan llegar votos del VRAEM, el valle de la selva central del Perú donde opera el narcotráfico y que también sirve de refugio a los remanentes de la guerrilla Sendero Luminoso, a quienes Fujimori padre enfrentó. Explicó que en ese sector el fujimorismo ha ganado ampliamente.
La ONPE informó que dificultades de seguridad y geográficas dificultan el traslado de la actas de esa zona. Es una de las últimas esperanzas del fujimorismo, ya que el voto rural -donde tienen importante apoyo- ya se contabilizó en su mayoría.
Los resultados totales estarán aún para el fin de semana. Entre miércoles y jueves deben llegar actas con votos registrados en el exterior.
Mientras avanza el conteo a paso lento, simpatizantes de Fujimori y PPK llegaron hasta los exteriores del local de la ONPE, en marcha, para defender sus votos, en medio de preocupaciones por los retrasos.
El martes, Kuczynski, de 77 años, dejó su vivienda con dirección a un club de golf capitalino. “Estamos optimistas, haciendo nuestra gimnasia”, dijo ante los periodistas el también conocido como PPK, iniciales de su nombre.
Desde la tienda contraria, Keiko Fujimori, de 41 años, realizó desde temprano actividades y reuniones en su local de campaña. “Vamos a esperar con prudencia”, había dicho la noche del lunes, sonriente y el pulgar en alto, en su última declaración a periodistas.
Pese al optimismo, el lunes, el congresista fujimorista Héctor Becerril pareció admitir la derrota al decir a la prensa: “El sueño del fujimorismo no ha terminado, simplemente se pospone” . De ser el caso, sería la segunda vez consecutiva que Keiko queda en las puertas de la presidencia. En 2011 perdió ante Ollanta Humala.
Tender puentes
PPK, exbanquero de Wall Street y exministro de Economía, es consciente que en caso de victoria deberá tender puentes con el fujimorismo, que controla 73 de los 130 escaños del Congreso que asume el 28 de julio y en el cual su partido tiene sólo 18 integrantes.
“Es responsabilidad de los políticos conversar con todos los partidos, tenemos que conversar y hacer esfuerzos de concertación con todos” , dijo el martes Vizcarra, el vicepresidente de la fórmula de PPK.
No obstante, la legisladora reelecta por el fujimorismo, Luz Salgado, aseguró que primero tendrán que presentarles sus disculpas, por haberlos vinculado con el narcotráfico durante la campaña.
El triunfo del antivoto
El apoyo a Kuczynski también evidencia el rechazo que genera en la mitad de la ciudadanía el clan Fujimori, que ha marcado la vida política del país a partir del autocrático régimen de Alberto Fujimori (1990-2000) , quien purga una pena de 25 años de cárcel por corrupción y crímenes de lesa humanidad.
Denuncias de lavado de dinero contra el exsecretario general del fujimorismo Joaquín Ramírez, y el intento por desacreditar esa acusación por parte de su candidato a la vicepresidencia, José Chlimper, perjudicaron a Keiko y evocaron viejas épocas del gobierno de su padre, cuando campeó la corrupción y la compra de voluntades.
A ello se sumó una masiva marcha que hubo en todo el país para rechazar la vuelta de un Fujimori al poder. PPK recibió el apoyo de la mayoría de candidatos que quedó fuera de la primera vuelta, entre ellos la popular dirigente de izquierda Verónika Mendoza.