La dirigente política y dos veces candidata presidencial, de 44 años, fue trasladada la noche del sábado desde la cárcel de mujeres de Chorrillos, al sur de Lima, hasta la clínica peruano-japonesa Centenario.
“Está siendo estabilizada y examinada al detalle”, agregó en Twitter la abogada, sin dar mayores precisiones sobre el mal cardíaco que afecta a la hija del también encarcelado expresidente Alberto Fujimori (1990-2000).
El exmandatario, de 81 años, estuvo internado en la clínica Centenario hasta el viernes pasado tras cinco días, por una afeccción cardíaca.
A la clínica llegaron su esposo Mark Vito y la vicepresidenta del Parlamento, Karina Beteta.
Es la segunda vez, en los últimos 15 días, que Keiko presenta problemas coronarios en la cárcel donde se encuentra recluida desde octubre de 2018.
La recaída de Keiko se produce luego que el jueves la Corte Suprema le redujara de 36 a 18 meses la prisión preventiva que cumple mientras avanzan las investigaciones por el caso Odebrecht.
Con esta resolución, la líder del partido Fuerza Popular (derecha populista) se mantendrá encarcelada hasta el 30 de abril de 2020.
La primogénita del expresidente Fujimori fue enviada a prisión preventiva el pasado 31 de octubre en el marco del escándalo Odebrecht, que también salpica a cuatro exmandatarios peruanos.
Keiko es investigada por la fiscalía por supuesto lavado de activos vinculado a aportes ilícitos de campaña de Odebrecht por un monto de 1,2 millones de dólares.
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