Los teólogos van más allá inclusive que el hoy papa emérito Benedicto XVI, quien se oponía en un libro publicado en el 2011 a todo esfuerzo de conversión de los judíos.
“A pesar de que los judíos no creen que Jesucristo sea el Redentor universal, pueden participar en la salvación”, sostiene la comisión en un documento.
La Iglesia considera que la salvación se alcanza por la fe en Jesús, el hijo de Dios, muerto y resucitado, e insta a los cristianos a difundir esa fe en el mundo.
Sin embargo, los católicos deben tener en cuenta que ese llamado debe ser aplicado “de manera diferente” con los judíos y dar testimonio de la propia fe ante ellos “con humildad y sensibilidad, reconociendo que son portadores de la palabra de Dios y teniendo en cuenta la gran tragedia del Holocausto nazi”, sostiene la comisión.
Se trata de una referencia importante ya que hace alusión a la responsabilidad que tuvo la Iglesia católica en el desarrollo del antisemitismo en Europa durante la primera mitad del siglo XX.