“Enfrentamos una ola de terrorismo, llevada a cabo con cuchillos, cócteles Molotov, pedradas y disparos con armas de fuego. Se trata de acciones principalmente no organizadas, pero causadas por la desenfrenada y falaz incitación al odio de Hamas, la Autoridad Palestina, varios países vecinos (…), el Movimiento Islámico en Israel”, declaró en rueda de prensa.
Ante una situación de este tipo, “no se actúa de manera inmediata, recurriendo a una solución mágica”, estimó Netanyahu.
“Pero con método y determinación, demostraremos que el terrorismo no paga”, añadió.
Israel cerró la Explanada de las Mezquitas el viernes a hombres menores de 50 años (policía).
Siete personas resultaron heridas en Jerusalén, Tel-Aviv, Afula y cerca de una colonia de Cisjordania ocupada en cuatro ataques con arma blanca, indicaron la policía y el ejército israelíes.
Uno de los agresores fue abatido, dos fueron detenidos y otro sigue fugado.
Los actos de violencia que afectan a Jerusalén y Cisjordania ocupada, que se ampliaron el miércoles al centro de Israel, han causado la muerte de cuatro israelíes y siete palestinos, de los cuales cuatro presuntos agresores, desde el 1 de octubre.
Un soldado israelí resultó herido con arma blanca en Afula (norte), la cuarta víctima en una ola de ataques con cuchillo ocurridos este jueves, indicaron la policía y el ejército.
“Un terrorista acuchilló a un israelí en Afula. La víctima resultó herida de moderada gravedad”, indicó el ejército en Twitter. Las autoridades indicaron que el sospechoso fue detenido.
Subhi Abu Jalifa, palestino de 19 años del campamento de refugiados de Chuafat, hirió de gravedad a un judío ortodoxo israelí en Jerusalén el jueves por la mañana y fue también detenido, según la policía.
La víctima del ataque del jueves en Jerusalén es un judío de 25 años.
También el jueves, en Tel-Aviv, un hombre hirió a cuatro personas entre ellos una joven soldado israelí, con un destornillador, indicó policía. El hombre fue perseguido y abatido por un soldado.
Desde el 3 de octubre, en total se han realizado nueve ataques con cuchillo de presuntos agresores palestinos contra judíos.
Dos víctimas murieron el domingo en la Ciudad Vieja de Jerusalén. Tres de los presuntos autores fueron abatidos por la policía israelí.
Palestino muere en Jerusalén Este
Por otro lado, un palestino murió el jueves por disparos de las fuerzas de seguridad israelíes durante enfrentamientos en el campo de refugiados de Chuafat, en Jerusalén Este, indicaron la Media Luna Roja y el hospital de Ramala, donde fue evacuado.
9 ataques con cuchillo han sufrido los israelíes.
86 palestinos han sido heridos con armas de fuego.
344 palestinos fueron heridos con balas de goma.
2.8 millones de palestinos viven en Cisjordania.
400 mil judíos también habitan el lugar.
El palestino fue alcanzado en el pecho durante los choques que estallaron cuando las fuerzas israelíes se dirigían a la casa del autor del ataque con cuchillo ocurrido en la mañana contra un civil.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, había instado ya el miércoles por la noche a los israelíes a estar en “estado de alerta máxima” ante la ola de violencia, que está siendo comparada con las intifadas de 1987 y 2000.
De costumbre rebosante de gente, la Ciudad Vieja dentro de Jerusalén Este estaba este jueves casi desierta, con excepción de cientos de policías y de turistas.
Se veía a varios policías sobre los techos y un periodista de la AFP vio a un hombre instalar un detector de metales cerca de una de las puertas principales.
La Media Luna Roja contabilizó 86 palestinos heridos con balas reales y 344 con balas de goma desde el 2 de octubre.
El jueves se registraron nuevos enfrentamientos cerca del puesto de control israelí de Bet El, en las afueras de Ramala, en donde cientos de estudiantes salieron a manifestar por segundo día consecutivo.
“Sangre fría”
Los 400.000 colonos que cohabitan difícilmente con los 2,8 millones de palestinos en Cisjordania quieren quedarse allí e incluso expandir su presencia. Están furiosos desde el asesinato de una pareja de colonos el 1 de octubre, en un ataque atribuido por Israel a una célula del movimiento islamista Hamas.
Un responsable israelí confirmó este jueves que el jefe de gobierno prohibió a los diputados ir a la Explanada de las Mezquitas, o Monte del Templo para los judíos, uno de los mayores puntos de enfrentamiento. Estas visitas son consideradas por los palestinos como provocaciones.
Pero los diputados árabes de Israel, solidarios con los palestinos, decidieron desacatar la orden del primer ministro Netanyahu.
El presidente palestino Mahmud Abas parecía también decidido a impedir una escalada. “No debemos recurrir a la violencia”, dijo desde Ramala. Pero abogó por “una resistencia popular pacífica” y exigió al “al gobierno israelí alejarse de nuestros lugares santos”.
Intifada 2.0 en redes sociales
La propagación en las redes sociales de vídeos de palestinos que apuñalan a israelíes y lanzan piedras sobre soldados enardece a una juventud dispuesta a luchar contra la ocupación.
El hashtag “#La intifada comenzó”, en árabe, acompaña muchos llamamientos a manifestarse en las redes sociales.
Tiene hasta su logotipo: un joven enmascarado que lanza piedras en un halo de los colores de la bandera palestina.
El hashtag “#Intifada de Jerusalén” también es muy popular.
Poco después de la muerte de un palestino de 21 años, que murió al explotar el artefacto que quería lanzar sobre unos soldados israelíes en un puesto de control en Cisjordania ocupada, Mohamed Halabi, de 19 años, compartía una foto del fallecido en su página de Facebook y escribía: “la tercera Intifada comenzó”.
Días después mató a dos israelíes a cuchilladas en la Ciudad Vieja de Jerusalén, antes de ser abatido.
En la época de los móviles y las redes sociales, los vídeos de ese ataque se difundieron casi de inmediato.
El grupo extremista Yihad Islámica afirmó que Halabi era uno de sus miembros. Poco después empezó a circular un vídeo con el logotipo de las Brigadas al Quds, la rama armada de ese movimiento, en el que se hacía apología de los atentados suicidas que sembraron el pánico en Israel durante la segunda intifada iniciada en el 2000.
En sus imágenes se puede ver a un joven sonriente, que imita los mensajes de vídeo que graban los kamikazes antes de sus ataques suicidas. Unas manos enguantadas dan el último retoque a un cinturón de explosivos. El vídeo ha sido visto casi 40 mil veces.
El vídeo de la muerte de Fadi Alun, de 19 años, abatido tras haber herido con un cuchillo a un viandante israelí, según la policía, ha sido visto cerca de cien mil veces.
Mostrar nuestra solidaridad
Las imágenes que abundan en las redes sociales tienen un verdadero impacto en las mentes. “Cada día vemos a un nuevo mártir, así que lo mínimo que podemos hacer para mostrar nuestra solidaridad es cambiar nuestras fotos de perfil, compartir las imágenes”, explica en Ramala una joven manifestante que se niega a dar su nombre.
Los selfis de lanzadores de piedras ante un fondo de neumáticos ardiendo o de gases lacrimógenos triunfan.
En todos los sitios donde se producen choques, muchos de los que lanzan piedras sobre los soldados israelíes son jóvenes, incluso niños.
Corren más riesgos que los adultos porque “no tienen la noción del peligro ni la de vigilancia”, explica el psicólogo y universitario Najah al Jatib. Y los niños y los adolescentes son “más permeables que los adultos ante las imágenes de los medios”, asegura, que opina que los “mártires” son “símbolos” para ellos.
Mustafa, de 10 años, dice, con su voz de niño, que le “gusta lanzar piedras sobre los soldados, al igual que los demás jóvenes”. “Quiero morir como un mártir”, asegura.
Dos jóvenes de 13 y 18 años murieron desde el domingo recién pasado en enfrentamientos.
La generación de Mustafa no vivió la segunda Intifada pero, 15 años después, está convencida de que “liberará Palestina”.