El exguerrillero y exjefe de gabinete de Lula, de 70 años, ya había sido condenado en el 2012 a más de 11 años de cárcel por el sonado caso de compra de votos de legisladores en el primer gobierno Lula, entre el 2003 y el 2005.
Al destaparse el escándalo en el 2005, Dirceu se vio forzado a dimitir.
Lula fue señalado de orquestar este vasto sistema de pago de sobornos conocido como mensalao, pero nunca fue investigado y consiguió ser reelecto hasta el 2010.
Además de Dirceu, la justicia condenó este miércoles al extesorero del PT Joao Vaccari Neto a nueve años de prisión por corrupción.
Tanto Dirceu como Vaccari están detenidos en una prisión en Paraná, sur de Brasil.
Un exdirector de Petrobras, Renato Duque, fue condenado por su parte a 10 años de prisión por corrupción, y un exdirectivo de la empresa constructora Engevix, a 15 años por corrupción y blanqueo de dinero. Los dos ya estaban en prisión.
Lanzada en el 2014, la investigación apodada “Lava Jato” (lavadero de autos) reveló una compleja trama de desvíos que defraudó a Petrobras durante una década, a un costo de más de US$2 mil millones, para beneficiar a decenas de políticos y sus partidos, empresarios y funcionarios de la petrolera.
Este escándalo sin precedentes agravó aún más la crisis política que derivó el 12 de mayo en la suspensión por hasta 180 días de la presidenta Dilma Rousseff, mientras es sometida a un juicio político que decidirá si es culpable de maquillar las cuentas públicas.
Hasta ahora Rousseff no es blanco de ninguna acusación de corrupción.
El fiscal general Rodrigo Janot pidió a principios de mayo a la corte suprema permiso para investigar a Rousseff, al expresidente Lula y al entonces abogado general del Estado, José Eduardo Cardozo, informó la prensa brasileña.
Janot considera que los tres intentaron obstruir la investigación de “Lava Jato” mediante la designación de Lula como ministro, un plan para nombrar a un juez de apelaciones con la meta de liberar a presidentes de constructoras presos y la tentativa de impedir la confesión a la justicia de Delcidio Amaral, exlíder del PT en el Senado e involucrado también en el escándalo.
Ni la fiscalía ni la corte suprema han confirmado esta información.