La revuelta se intensificó tras el debate electoral del pasado 27 de junio, cuando apareció un Biden titubeante, cansado e incapaz de hacer frente a su rival, el expresidente Donald Trump (2017-2021), provocando el pánico y el rechazo de los millonarios para financiar la campaña de un aspirante del que dudan de su capacidad para gobernar el país los próximos cuatro años.
En la larga lista de donantes que han dado la espalda al partido del actual inquilino de la Casa Blanca se incluyen multimillonarios empresarios, como el presidente del Fondo Moriah, Gideon Stein, una de las últimas voces en anunciar la suspensión de US$3.5 millones a ONG y grupos políticos afines a los demócratas.
“Prácticamente todos los donantes importantes con los que he hablado creen que necesitamos un nuevo candidato para derrotar a Donald Trump”, dijo Stein esta semana, según informó el canal CNBC.
En Hollywood tampoco parecen muy convencidos con Biden: el productor Damon Lindelof y el director ejecutivo de Endeavor, Ari Emanuel, dos de las voces más críticas dentro del mundo del entretenimiento, instaron públicamente a otros donantes a suspender la financiación hasta que emerja otro candidato demócrata.
También la heredera del coloso del entretenimiento The Walt Disney Company, la cineasta y filántropa Abigail Disney, o el cofundador de Netflix Reed Hastings, mostraron esta semana su rechazo a la candidatura del presidente y cortaron sus millonarios flujos de financiamiento.
El equipo del mandatario y gobernadores demócratas cercanos han intentado sortear las críticas y aplacar las voces, y en el último reporte de cifras la campaña anunció que habían recaudado US$264 millones durante el segundo trimestre del año.
El reporte publicado el pasado 2 de julio sostenía que junio había sido el “mejor mes” de la campaña, detallaba que el día del debate presidencial, fue “el mejor día de recaudación”, y que el día posterior fue, “el segundo mejor”, aún cuando Biden fue declarado como el perdedor del cara a cara contra Trump por las encuestas y medios.
Al estrepitoso debate y la débil intervención de Biden sucedieron varias reuniones entre donantes y consultores en un intento por retener la confianza de los donantes. Sin embargo, decenas de ellos lo tienen claro: si los demócratas quieren sus fondos, el presidente debe retirarse.
En un desayuno celebrado el pasado viernes en Colorado entre unos cincuenta influyentes donantes y el comité de acción política American Bridge, se pidió a los asistentes que levantaran la mano para indicar cuántos pensaban que Biden debería hacerse a un lado. Casi todos levantaron la mano, según The New York Times.
También en otra reunión el pasado miércoles, decenas de donantes no solo cuestionaron el papel del actual presidente de EE.UU. en la carrera presidencial, sino si la vicepresidenta, Kamala Harris, sería peor alternativa que un Biden “en coma” o “muerto”.
“El 72 % de la gente quiere algo diferente. ¿Por qué no se lo damos?”, preguntó el exasesor de Bill Clinton James Carville en una conversación privada en la que instó además a cortar el flujo financiero a la formación de Biden para agilizar su salida, según la web Semafor.
Pero Biden sigue manteniendo que no dejará la contienda y que es la persona “más cualificada” para liderar el país. En una entrevista emitida el viernes por la ABC el presidente dijo que la única posibilidad de abandonar la carrera presidencial será que “el Señor Todopoderoso” se lo pida.
Harris, por su parte, también ha zanjado los rumores en torno a su posible relevo. “Estoy orgullosa de ser compañera de fórmula de Joe Biden”, dijo en una entrevista con la cadena CBS tras salir de un acto de recaudación de fondos en California el pasado martes.
A día de hoy, Trump lidera las encuestas para convertirse en el próximo presidente de EE.UU.. El político republicano acapara un 42 % de las intenciones de voto, frente al 39,8 % del actual mandatario, según la media de encuestas efectuada por la web FiveThirtyEight.