La ley contempla una pena de hasta cinco años de detención para quienes perpetren algún tipo de abuso contra perros y gatos, informó La Nación.
Según la prensa brasileña, fue la esposa del mandatario, Michelle Bolsonaro, una de las principales impulsoras de la ley.
El primer mandatario, en principio, manifestó dudas respecto a la reglamentación, por lo que decidió someterlo a una encuesta.
“Si la promulgo, me criticarán que la pena es muy alta. Si la veto, los animalistas me van a pegar también”, dijo en una transmisión en vivo que hizo junto a un youtuber de 10 años.
Al momento de firmar la promulgación de la ley, Bolsonaro cargó a un perro y, con mucha dificultad, lo subió al escritorio donde se encontraba el documento.
Rodeado de otros perros que estaban en brazos de su equipo de asesores y secretarios, el presidente de Brasil primero firmó el papel y, luego, apoyó la pata del animal sobre el escrito.
El maltrato animal en Brasil se castigaba con penas de hasta un año, pero con el cambio incorporado, se elevaron las penas, se agregó una multa y la prohibición de volver a tener una mascota.