Estos países empiezan a registrar disminución de infecciones y hospitalizaciones de pacientes contagiados luego de aplicar cuarentena durante 25 días promedio.
El 9 de marzo último el gobierno italiano ordenó aplicar cuarentena en todo su territorio cuando registraba 463 fallecidos y cinco mil 883 contagiados. Antes, el gobierno de Portugal sin tener fallecidos había aplicado el confinamiento a su población.
España reaccionó cinco días después, el 13 de marzo el gobierno español decretó el estado de alarma que restringió la locomoción y obligó a sus ciudadanos a la cuarentena.
El confinamiento obligatorio se implementó en el territorio español cuando tenían 132 muertos y cinco mil 100 infectados.
La cuarentena como distanciamiento social para cortar las líneas de transmisión de Covid-19 empezó a dar resultados para Italia 27 días después y para España en 23 días de esas medidas aplicadas.
Mejoras y persistencia
El presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, afirmó este sábado que, de acuerdo con los datos de los expertos, España ha “superado” el pico de propagación del coronavirus y se está “en condiciones de doblegar la curva” de expansión de la epidemia.
Con “la prudencia exigible en medio de una guerra nunca librada”, Sánchez trasladó hoy este mensaje de confianza en una comparecencia por televisión en la que anunció que el Ejecutivo pedirá la próxima semana al Congreso una prórroga del estado de alarma hasta el día 26 de abril.
“La victoria es posible y está cada día más próxima”, afirmó el presidente del Gobierno, quien pidió a los ciudadanos “sacrificio y moral de victoria” para derrotar el coronavirus, y expresó su intención de convocar a todos los partidos políticos para poner en marcha unos nuevos “Pactos de la Moncloa” que permitan al país superar el impacto económico y social de la pandemia.
Sánchez pronosticó que el momento en que se doblegará la curva de contagios por coronavirus está cerca, y a partir de entonces comenzará una transición.
En ese sentido avanzó que un equipo de epidemiólogos y científicos está preparando ya el plan que aplicar para la “desescalada”, pero advirtió de que en esa nueva etapa no cabrá la relajación y no será “más suave”.
“Relajarnos ahora, desunirnos”, indicó, podría suponer el retorno a un “punto de partida” que, a su vez, podría desencadenar “una segunda ola” de contagios que “sería peor” incluso que la primera, pues las resistencias están “mermadas”.
Italia con esperanza
El número de pacientes hospitalizados en cuidados intensivos en Italia disminuyó por primera vez este sábado, lo que avivó la esperanza de poder atajar la propagación del coronavirus dentro de poco.
La cifra descendió por debajo de los cuatro mil -tres mil 994-, frente a los cuatro mil 68 de la víspera. No había bajado de ahí desde finales de febrero, cuando la pandemia se disparó en el país, que sigue siendo el más castigado del mundo, según las cifras oficiales -más de 15 mil muertos-.
Esta bajada inédita “es una noticia importante porque permite que nuestros hospitales puedan respirar. Es la primera vez que esta cifra está a la baja desde que gestionamos esta emergencia”, declaró el jefe de la protección civil, Angelo Borrelli.
El descenso se registró sobre todo en Lombardía (norte), la región de Milán, la más afectada, cuyos hospitales son no obstante de excelente calidad, aunque están desbordados. En la actualidad, hay 1.326 pacientes en cuidados intensivos, una cincuentena menos que la víspera.
Según el balance diario, 681 personas murieron en las últimas 24 horas en Italia, una cifra que, si bien sigue siendo alta, muestra un descenso, de más del 10 por ciento respecto al viernes -766-.
En algunos sectores, el impresionante aumento de la mortalidad respecto a otros años muestra que los balances de las autoridades solo reflejan una parte de la tragedia.
Aún así, la cifra oficial de decesos está “en disminución constante, quiero recordar que -el 27 de marzo- alcanzamos un máximo con mil muertos”, recalcó Angelo Borrelli.
“Es un mensaje fuerte que no debe interpretarse, en absoluto, como una señal de que habríamos superado la fase crítica. Muestra que lo que se puso en marcha fue útil”, señaló por su parte el jefe del Consejo de Seguridad de Salud, Franco Locatelli.
El responsable también se congratuló de que la pandemia no hubiera incidido más en el sur, donde las infraestructuras sanitarias son mucho más deficientes: “nada garantizaba que fuéramos a obtener este resultado”.
Las señales de desaceleración constatadas desde hace una semana en Italia estuvieron acompañadas, no obstante, de reiterados llamados por parte de las autoridades a “no bajar la guardia”.
Con información de EFE y AFP