Minutos antes de las 10 horas locales, los conductores detuvieron sus vehículos, tanto en las ciudades como en las carreteras y autopistas, de los que salieron para mostrar en pie y con solemnidad su respeto a los fallecidos y su determinación a mantener viva su memoria para que algo así jamás se repita.
Los viandantes también dejaron de caminar y guardaron dos minutos de recogimiento, muchos de ellos visiblemente afectados por un recuerdo tan doloroso.
“Hoy estamos conmemorando a las víctimas del Holocausto. Se para el tráfico, la gente deja de hacer sus cosas. Es importante no olvidar para que no vuelva a suceder. Es un momento de mucho sentimiento, que te toca el alma y el espíritu”, señaló la colombiana Estella Gutiérrez tras mantener dos minutos de silencio en pie.
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“Recuerdas las víctimas, las tragedias y toda la perversidad que podemos tener cuando no conocemos la palabra del Señor”, añadió esta joven judía que acaba de emigrar a Israel.
Para confirmar que la nación no olvida ni olvidará, se leyeron esta mañana en el Parlamento israelí los nombres de decenas de víctimas en la ceremonia “Para cada persona hay un nombre”, que se celebra hace 28 años y que encabezó el presidente de la Cámara, Yuli Edelstein, encendiendo una vela conmemorativa a la entrada del edificio oficial y leyendo unos salmos de recuerdo.
En el Museo del Holocausto de Jerusalén (Yad Vashem), se hizo una ofrenda de flores en el monumento del Levantamiento del Gueto de Varsovia, en un acto en el que participaron, entre otros, el presidente israelí, Reuvén Rivlin; el primer ministro, Benjamín Netanyahu, y miembros de las principales instituciones del Estado y del cuerpo diplomático.
El canciller austríaco, Christian Kern, que se encuentra de visita oficial en el país, también participó en el evento y en su encuentro con Rivlin, ayer, señaló que su madre ayudó a una pareja judía en Viena a esconderse de los nazis.
“Mi abuela trabajaba en casa de una familia judía en Viena y cuando los nazis llegaron al poder, se tuvieron que esconder. Mi madre, de 11 años, les llevaba comida y bebida todos los días, hasta que encontró hombres de la Gestapo a la entrada del escondite”, señaló, según publicó hoy el digital Ynet.
Kern pidió que se aumenten los esfuerzos para mantener viva la memoria: “no solo para honrar a las víctimas, sino también por nosotros, para que la próxima generación” defina en qué sociedad quiere vivir, añadió.
Rivlin, por su parte, advirtió de que “el antisemitismo y el fascismo no han desaparecido, ni en Austria ni en Europa”, si bien apreció las palabras de Kern “contra la intolerancia y el odio”.
En todo el día se llevaron a cabo multitud de ceremonias y la Escuela Internacional de Estudios del Holocausto del Yad Vashen recibió a grupos de israelíes y de extranjeros y celebró conciertos y exposiciones en torno al genocidio.
La organización Zikaron Basalon (Memorias en el Salón) llevará a cabo encuentros en casas de particulares con sobrevivientes que narran sus vivencias durante la Segunda Guerra Mundial.
En Polonia, a primera de la tarde se celebró la Marcha de los Vivos, en la que participan sobreivientes de la tragedia junto a más de 10 mil jóvenes de todo el mundo, que caminaron los tres kilómetros que separan los campos de exterminio nazis de Auschwitz y Birkenau, como un gesto silencioso en honor a los que murieron a manos del nazismo.
En representación del gobierno israelí asistirá el ministro de Educación y socio principal de la coalición gobernante, Naftali Benet, además de la presidenta del Tribunal Supremo, Miriam Naor, y el jefe del Estado Mayor, Gadi Eizenkot.
La Asociación Internacional de Cristianos y Judíos (IFCJ, en inglés) promueve la campaña “Nosotros recordamos, nosotros actuamos”, con la que denuncia que, según sus datos, de los 400 mil sobrevivientes que quedan, un tercio de los que reside en Israel y EE. UU. y una cuarta parte de los de la antigua URSS “vive sus últimos días bajo el umbral de la pobreza”, sin acceso suficiente a comida, medicina y calefacción.