La Iglesia había llamado a votar no, en un país en el que más del 90% de las escuelas primarias está bajo su tutela, las campanas del ángelus suenan dos veces al día en la televisión pública y el 84.2% de la población se dice católica.
Pero los irlandeses dieron la espalda a este llamado. Con la totalidad de los votos del referéndum del viernes escrutados, el sí ganó con 62.1% de los votos, por 37.9% para el no.
- El sí ganó con el 62.1% de los votos para legalizar el matrimonio homosexual.
La explanada del castillo de Dublín, otrora residencia de los gobernadores británicos y siempre símbolo del poder, se llenó de partidarios del sí con ganas de celebrar.
Niamh Fitzgerald, de 29 años, voló a casa desde Birmingham, en el centro de Inglaterra, para el referéndum y fue la primera en llegar al castillo cuando se abrió excepcionalmente para celebrar la ocasión.
“Todo el mundo tiene derecho a una religión, pero ninguna religión tiene el derecho de dictar a un país lo que deberían ser nuestros derechos”, dijo.
La prensa también se felicitaba por el resultado. “La generación del tigre celta lanzó un rugido franco y fuerte”, apuntó en el Irish Independent Niall OConnor, quien destacó la participación de los jóvenes en la campaña a favor del sí.
Revolución cultural
“¡Es fantástico ser irlandés!”, dijo Rory ONeill, de nombre artístico “Panti Bliss”, la drag queen más famosa de Irlanda y uno de los líderes de la campaña a favor del matrimonio homosexual.
“Es histórico, somos el primer país del mundo en votar a favor de la igualdad en el matrimonio en un referéndum”, dijo el ministro de Sanidad, Leo Varadkar, para quien esto “es una revolución cultural” en un país que no despenalizó la homosexualidad hasta 1993.
- Irlanda se une a los 18 países del mundo, entre ellos España, Uruguay, Argentina y Brasil, donde el matrimonio homosexual ya es legal. En el Reino Unido lo es desde 2014, salvo en Irlanda del Norte.
Alegría
En el extranjero, el primer ministro británico, David Cameron, felicitó a los irlandeses en un tuit, al igual que el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, cuya familia es de origen irlandés y para quien “el amor ha ganado”.
“Evidentemente, ha habido una impresionante victoria del sí”, admitió ante la radiotelevisión nacional RTE David Quinn, director del Instituto Iona, un lobby católico, y uno de los líderes de la campaña del no.
El viernes, más de 3.2 millones de irlandeses estaban llamados a pronunciarse a favor o en contra de una enmienda constitucional que afirma que el matrimonio puede ser contraído de conformidad con la ley “por dos personas, sin distinción de sexo”.
Para Colm OGorman, de Amnistía Internacional, la victoria del sí constituye “un extraordinario mensaje de esperanza a la comunidad homosexual y transexual, víctima de la persecución en todo el mundo”.
La Iglesia hace examen de conciencia
El arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, primado de Irlanda, dijo que en realidad “la revolución social no empezó hoy, lleva tiempo en marcha”.
“Creo que la Iglesia católica tiene que poner los pies en la tierra y no negar esas realidades”, agregó, preguntándose si “estamos ya irremediablemente alejados de los jóvenes”.
“Estamos convirtiéndonos en una Iglesia para los acólitos y no en la Iglesia abierta de la que habla el papa Francisco”, agregó Martin, que al mismo tiempo se mostró de acuerdo en que se respeten los derechos de los homosexuales “sin cambiar la definición de matrimonio”.
Vea las imágenes de la jornada que se vivió ayer en Irlanda, tras legalizar el matrimonio homosexual. (Youtube/AFPES).