Internacional
Irak: Proyectiles impactan en zona donde está la embajada de Estados Unidos y en una base militar
Responsables de la seguridad de Irak informan que los ataques, casi simultáneos, no provocaron víctimas.
Deudos cargan el féretro de Abu Mahdi al-Muhandis, líder paramilitar iraquí, uno de los ejecutados en la operación de Estados Unidos que acabó con la vida de Qasem Soleimani. (Foto Prensa Libre: AFP)
Varios proyectiles impactaron la tarde del 4 de enero en dos ataques casi simultáneos en la protegida Zona Verde de Bagdad y en una base aérea iraquí que aloja soldados estadounidenses al norte de la capital, informaron responsables de seguridad.
Dos proyectiles cayeron en la Zona Verde de Bagdad, donde se encuentra la embajada estadounidense que fue atacada el 31 de diciembre de 2019 por miles de manifestantes iraquíes favorables a Irán, indicaron responsables de seguridad iraquíes y de esta zona.
Casi al mismo tiempo, al menos a un centenar de kilómetros más al norte, dos cohetes Katyusha impactaron en la base aérea de Al Balad, inmensa base iraquí que aloja a soldados y aviones estadounidenses, indicaron fuentes de seguridad en el lugar.
Según el comando militar iraquí, ninguno de los dos ataques provocó víctimas.
Inmediatamente después, drones estadounidenses sobrevolaron la base en misiones de reconocimiento, añadieron estas fuentes.
Estados Unidos desplegó esta semana refuerzos militares en el área para proteger a sus diplomáticos y soldados en Irak, luego del asalto a la embajada y del ataque estadounidense con un dron que mató el viernes al general iraní Qasem Soleimani en Bagdad.
Los llamados a la “venganza” se multiplican tanto en Bagdad como en Teherán.
Estados Unidos considera desde hace varios meses que las facciones armadas pro-Irán en Irak representan una mayor amenaza que los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI).
Desde finales de octubre, los intereses de Estados Unidos en Irak fueron blanco de trece ataques con cohetes. En uno de ellos murió un contratista estadounidense en una base del centro petrolero del país.
Ninguno de estos ataques fue reivindicado pero Washington los achaca a las facciones pro-Irán del Hashd al Shaabi, coalición de paramilitares integrada ahora en el Estado.