El documento, encargado por la archidiócesis a un equipo de abogados y que fue presentado este jueves 20 de enero, destaca, asimismo, que Joseph Ratzinger ha rebatido “contundentemente” estas acusaciones.
El documento contempla casos de abusos sexuales ocurridos en el seno de la Iglesia católica en esa archidiócesis desde la postguerra y hasta prácticamente la actualidad.
Ratzinger fue arzobispo de Múnich entre 1977 y 1982, antes de convertirse en prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (antiguo Santo Oficio) en el Vaticano.
El informe documenta cientos de casos cometidos durante décadas, hasta prácticamente el presente, y responsabiliza a las sucesivas jerarquías eclesiásticas de no haber actuado en consecuencia, cuando menos, o incluso haberlos encubierto.
Los abogados que presentaron el informe denominaron en repetidas ocasiones como un “balance del horror” el análisis de los casos de abusos que abordaron en su estudio.
En dos de los casos atribuidos al periodo en que Ratzinger estuvo al frente de esa archidiócesis, los abusos fueron presuntamente cometidos por dos clérigos que prestaban asistencia espiritual y contra los cuales no se actuó en absoluto.
Los responsables del informe consideran “poco creíble” la reacción del ahora papa emérito rechazando esas inculpaciones y sostienen, en cambio, que por parte de Ratzinger no hubo “ningún interés reconocible” en actuar frente a ellos.
Asimismo, se muestran convencidos los investigadores de que Ratzinger tuvo conocimiento del caso del párroco identificado como Peter H., quien en 1980 fue trasladado del obispado de Essen al de Múnich tras haber sido acusado de pedófilo y que en su nuevo destino siguió cometiendo abusos.
Los abogados consideran “poco creíble” la afirmación de Ratzinger de que no estuvo presente en la reunión en la que se decidió ese traslado.
Ulrich Wastl, uno de ellos, aseguró que Ratzinger tenía “que haber conocido los acontecimientos” y que “muy probablemente” sabía qué pasaba en la archidiócesis.
Los autores del informe lamentaron en su presentación la ausencia en la rueda de prensa del actual cardenal de Múnich, Reinhard Marx, quien en 2008 encargó un informe psiquiátrico sobre H., aunque no abrió una investigación interna.
Marx presentó el año pasado su dimisión como gesto ante los abusos de menores cometidos en la Iglesia católica, renuncia que fue rechazada por el papa Francisco.
Se espera que el cardenal se pronuncie esta tarde sobre los contenidos del informe. Además, en una declaración oficial, la Santa Sede quiso “reafirmar su sentimiento de vergüenza y remordimiento por los abusos de menores cometidos por religiosos” y manifestó “a todas las víctimas su cercanía”, aseguró el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni.
El vocero papal subrayó que el Vaticano “no conoce el contenido” del informe independiente divulgado este jueves 20 de enero en Alemania y confirmó que la iglesia “seguirá el camino que ha emprendido para proteger a los menores, garantizándoles un entorno seguro”, dijo.
“En los próximos días, luego de su publicación, se tendrá conocimiento del informe y se podrán estudiar adecuadamente los detalles”, precisó Bruni.