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Impresionante imagen en la Antártida del iceberg que se desprendió del segmento Larsen C en julio

Imagen de satélite muestra un acercamiento natural captada el 11 de septiembre del 2017, por el Espectrómetro de Imágenes de Resolución Moderada (MODIS) de la Nasa, en la Antártida del iceberg que se desprendió del segmento Larsen C en julio recién pasado.

Científicos obtuvieron primeras imagenes iluminadas por el Sol del iceberg que se desprendió del segmento Larsen C en julio último.(Foto Prensa Libre:EFE).

Científicos obtuvieron primeras imagenes iluminadas por el Sol del iceberg que se desprendió del segmento Larsen C en julio último.(Foto Prensa Libre:EFE).

Uno de los mayores iceberg del mundo, de unos 5 mil 800 kilómetros cuadrados, se ha desprendido del segmento Larsen C de la Antártida, lo que deja al resto de la plataforma vulnerable a rupturas futuras, revelaron  los expertos de la universidad galesa de Swansea, en el Reino Unido.
Los científicos llevaban vigilando el desarrollo de una gran grieta abierta en esa zona del continente blanco desde hacía más de una década, pero el proceso de ruptura se aceleró a partir del 2014, lo que pronosticaba la inminencia de este suceso.
El desprendimiento definitivo del iceberg tabular ocurrió en los dos últimos días, confirmó hoy el “Proyecto Midas” de la Universidad de Swansea, que precisó que no “tienen conocimiento” de que esté “relacionado con el cambio climático provocado por el hombre”.
En un comunicado, los expertos indicaron hoy que el enorme témpano, que se espera sea denominado A68, pesa más de un billón de toneladas y tiene una extensión equivalente a un cuarto del territorio de ese país de Gales o a 55 veces la ciudad de París.
Según Midas, la rotura fue detectada el miércoles por el instrumento satelital Aqua MODIS de la Nasa, cuando pasaba por la plataforma de hielo Larsen C y captó a través de sus sensores de infrarrojos la presencia de agua en la grieta entre el iceberg y el segmento, señal inequívoca del desprendimiento.
“La grieta era apenas visible con estos datos en las últimas semanas, pero la marca es tan clara ahora que debe de haberse abierto considerablemente a través de toda su longitud”, explicó en la nota el profesor Adrian Luckman, del “Proyecto Midas”.
El nuevo iceberg, de unos 200 metros de grosor, no se desplazará ni muy rápido ni demasiado lejos a corto plazo, pero los científicos seguirán muy de cerca su evolución ante la posibilidad de que los vientos y la corrientes le empujen hacia el norte, donde puede convertirse en un peligro para la nav
En febrero recién pasado, esta grieta ya había experimentado un aumento, llegando a los 175 kilómetros de largo, y los científicos advertían de que pronto podría llegar al mar. Ahora, en junio, ha alcanzado una longitud de más de 190 kilómetros, una profundidad de 533 metros y en algunas zonas llega a los 3 kilómetros de ancho.
Lo realmente alarmante es que a la grieta solamente le faltan unos 12 kilómetros para llegar hasta el mar y romperse del todo, formando uno de los mayores icebergs de la historia.
Según el estudio, este gigante de hielo podría ocupar una superficie de entre 4.600 y 6.400 kilómetros cuadrados.
En el escenario más pesimista, este iceberg podría tener más de dos veces la superficie de Luxemburgo.
De hecho, es un acontecimiento que sucederá casi con seguridad, según describieron en un artículo reciente los científicos encargados del Proyecto Midas de las universidades británicas de Swansea y Aberystwyth, que llevan años investigando los efectos del calentamiento global y del cambio climático en la Antártida occidental. Empleando imágenes por satélite, han documentado el desarrollo de esta grieta durante años y han sido capaces de predecir su fatídico destino y sus posibles consecuencias.
Larsen C es la cuarta barrera de hielo más grande del continente y la más grande de su región, la península Antártica. Estudios previos habían señalado la progresiva debilitación de esta barrera, una debilitación que ha aumentado su ritmo desde el 2014.
La grieta ya atraviesa más de la mitad de esta capa, lo que significa que podría seccionar una enorme parte de la barrera, perdiendo entre un 9 y un 12 por ciento de su área, según los científicos.
Es más, solo le quedarían unos 13 kilómetros para que la grieta alcanzase el mar y partiese por completo la plataforma. El hielo restante de la barrera sería inestable, según el artículo.

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