Los pobladores de ambos países fueron afectados por varias réplicas del fuerte terremoto de magnitud 7.7 que causó destrucción y caos.
Edificios, casas, vehículos, puentes y todo tipo de infraestructura quedó destruida debido al poderoso temblor, que dejó sepultados a miles de personas.
Socorristas y fuerzas del orden público efectúan la búsqueda de más afectados, mientras países de todas partes del mundo han ofrecido ayuda.
Los últimos recuentos indican que en Turquía hay 1 mil 14 muertos y unos 785 en Siria.
Pobladores han indicado a medios locales que pensaron que el terremoto era la llegada del apocalipsis.
Líderes mundiales se han manifestado por la tragedia y han ofrecido enviar equipos de socorristas para buscar a más víctimas, así como alimentos y equipo.