“Los instamos a ustedes, señores cancilleres, a propiciar el compromiso de sus gobiernos para encontrar una inmediata solución a la crisis, mediante la creación de un corredor humanitario que permita el libre tránsito por sus países de las personas migrantes cubanas que pretenden llegar a Estados Unidos” , reza el comunicado.
“De esa manera se evitará en todos los países de la ruta migratoria, el estacionamiento indefinido y la condición de albergados, y a la vez se contribuirá a protegerlos de las mafias que trafican con ellos y que se aprovechan de su vulnerabilidad” , agrega.
La nota está firmada por el presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, Leopoldo Cardenal Brenes; el de Costa Rica, óscar Fernández; el de Guatemala, Rodolfo Valenzuela; el de El Salvador, José Luis Escobar, y el de Panamá, José Domingo Ulloa.
Además, suscriben el vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Honduras, ngel Garachana, y el secretario del Secretariado Episcopal de Centroamérica y obispo auxiliar de Panamá, Pablo Varela.
Los obispos celebran en la ciudad de Heredia, Costa Rica, su Asamblea Plenaria Ordinaria.
Desde el pasado 14 de noviembre Costa Rica afronta una crisis migratoria con la llegada de miles de cubanos irregulares por su frontera con Panamá.
Desde ese día, Costa Rica ha otorgado al menos 3.000 visas temporales de tránsito para los emigrantes, con el fin de que transiten legalmente por el territorio y continúen su travesía por tierra hacia Estados Unidos.
Sin embargo, desde el día 15 Nicaragua prohibió la entrada a su territorio para los inmigrantes cubanos, repelió con el ejército y la policía a unos 800 que ingresaron de manera ilegal y acusó a Costa Rica de causar una crisis humanitaria.
Costa Rica mantiene habilitados 11 albergues, donde 2.000 cubanos reciben asistencia humanitaria por parte de instituciones estatales, organismos internacionales, comunidades, grupos de la sociedad civil, iglesias y la Cruz Roja.
El Gobierno costarricense ha abogado desde el inicio de la crisis por la creación de un corredor humanitario y por separar las diferencias políticas de la situación humanitaria.
La mayoría de los cubanos portan pasaporte, salieron legalmente de su país hacia Ecuador, donde no les exigen visa, y de allí transitaron irregularmente por Colombia y Panamá, hasta llegar a Costa Rica.