Los planetas de Venus y Júpiter prácticamente estarán juntos el sábado; tanto que en la mayor parte del planeta será difícil verlos como dos puntos de luz distintos, ya en algunos lugares se acercarán a menos de 1/15 de grado.
En general estarán tan próximos que si sostiene un lápiz con tu brazo estirado la goma de este tapará los dos planetas.
El fenómeno puede observar desde cualquier punto del planeta, aunque será más duradero en el hemisferio sur que en el norte, así que los que viven en el segundo tendrán sólo unos 30 minutos después de la puesta de Sol.
La próxima vez que se junten tanto será en el 2065.
Para verlos es recomendable un lugar en el que se tenga una vista despejada.
Se puede consultar en la aplicación como SkySafari la que le ayudará a localizarlos.
Por supuesto eso de que Venus y Júpiter estarán juntos es un decir: sólo lo parecen desde nuestro punto de vista. Estos días Venus está a unos 230 millones de kilómetros de la Tierra mientras que Júpiter está a unos 953 millones de kilómetros de nosotros.
Los aficionados pueden ver perfectamente a simple vista, aunque si tienen un pequeño telescopio o unos prismáticos le será más fácil verlos como dos astros separados, y a lo mejor puede ver alguna a las lunas más grandes de Júpiter.
Y por supuesto que esta alineación no tiene más importancia que la de poder disfrutar de un espectáculo gratuito o la que los astrónomos puedan darle usándola para ayudar a calibrar sus instrumentos.
¿Qué es una conjunción planetaria?
El caso de Júpiter y Venus es uno de los muchos fenómenos de conjunción que se pueden observar desde nuestro planeta, ¿pero en qué consisten exactamente?
No olvidemos que tanto los planetas como otros cuerpos celestes se encuentran en continuo movimiento, haciendo que su observación desde un punto concreto varíe en función del momento en que se mira, pudiendo llegar a formarse entre ellos una conjunción, que no es más que el fenómeno producido cuando dos cuerpos celestes se observan desde un tercero (la Tierra en este caso) en una misma longitud celeste.
De este modo, los observadores terrestres los vemos situados muy cerca, en algunas ocasiones casi como si estuviesen uno sobre el otro, aunque en realidad no lo estén.