El ataque contra los intereses indios en Afganistán, que aún no ha sido reivindicado, se produjo después de una ofensiva lanzada por un presunto comando islamista contra una base estratégica de Pathankot, en el estado indio de Punyab.
En Mazar-i-Sharif, unos 300 km al noroeste de Kabul, todo comenzó con dos explosiones el domingo hacia las 21.00 locales (16.30 GMT) seguidas de disparos.
“Nos están atacando. Los tiroteos continúan” , declaró un diplomático indio atrincherado en una zona segura del complejo, contactado telefónicamente por la AFP .
“Es un ataque contra el consulado de India. Ignoramos si los insurgentes han podido penetrar en el interior” , precisó Munir Farhad, portavoz del gobernador de la provincia de Balj, de la que Mazar-i-Sharif es capital.
Vikas Swarup, un portavoz del ministerio indio de Relaciones Exteriores, dijo a la AFP que no se había señalado por el momento ninguna víctima india.
Mazar-i-Sharif, situada a una hora en automóvil de Uzbekistán, es en general relativamente estable y prácticamente no ha resultado afectada por la extensión de la insurrección de los rebeldes talibanes al conjunto de Afganistán en los últimos meses.
– Doble ataque contra base aérea –
Este domingo, dos insurgentes islamistas murieron en un nuevo tiroteo en la base aérea india cercana a Pakistán atacada el sábado recién pasado de madrugada, según informó un oficial de Policía indio.
En total, siete militares y seis agresores perdieron la vida en este ataque lanzado el sábado hacia las 03.30 (22.00 GMT del viernes) por el comando contra la estratégica base de Pathankot, en el estado de Punyab (norte) , a unos 50 km de la frontera paquistaní.
El ataque – inhabitual, fuera de la disputada Cachemira- se produce una semana después de una visita sorpresa del primer ministro indio, Narendra Modi, a Pakistán – la primera de un jefe de gobierno indio en 10 años.
Oficiales de seguridad creen que los atacantes pertenecen al grupo islamista basado en Pakistán Jaish-e-Mohammed, que en 2001 atacó el parlamento en Nueva Delhi, provocando una escalada militar en la frontera que llevó a ambos países al borde de la guerra.
El comandante de la base, J.S Dhamoon, aseguró a los periodistas que la operación terminaría pronto pero no dio información sobre nuevas bajas.
La base de Pathankot alberga decena de aviones de combate y tiene una posición estratégica, a unos 50 kilómetros de la frontera con Pakistán.
Rajiv Mehrishi, un alto responsable del ministerio del Interior, dijo que las tropas y la policía habían frustrado el objetivo de los asaltantes de dañar el equipamiento de la base.
“Debido a un servicio de inteligencia activo y a la rápida respuesta de (nuestras) fuerzas, podemos asegurar que no ha habido daños en el material” , dijo Mehrishi a la prensa en Nueva Delhi.
Condena de Pakistán
Según contó un responsable militar indio a la AFP bajo condición de anonimato, una de las víctimas del sábado era un teniente coronel de la Guardia de Seguridad Nacional (NSG) , una unidad de élite. El oficial trataba de desactivar una bomba cuando ésta estalló.
En julio, tres hombres armados, vestidos con uniformes del ejército, abrieron fuego contra un autobús y atacaron una comisaría de policía en el vecino distrito de Gurdaspur, también en Punyab. Siete personas, entre ellas cuatro agentes, murieron.
La posible implicación de islamistas basados en Pakistán en este asalto podría suponer un revés para el inicio de las conversaciones de paz abiertas entre los dos rivales nucleares, que desde 1947 han librado tres guerras por Cachemira, un territorio del Himalaya que ambos ocupan en parte y reclaman en su totalidad.
El sábado, Modi calificó a los asaltantes de “enemigos de la humanidad” pero no culpó a Pakistán.
Islamabad reaccionó rápidamente y condenó el ataque tachándolo de acto “terrorista” .
Por su parte, Estados Unidos denunció un ataque “abominable” , instando a los “países de la región a trabajar unidos (…) para desmantelar las redes terroristas” .