La policía dijo que el hombre de 38 años vertió vodka en el tubo de alimentación del hijo de 13 años de su novia en agosto del 2014, luego que el niño se mostrase “agitado”.
Richters dijo que puso el vodka en el tubo con consentimiento de la madre, Melissa Robitille, de 38 años.
Las sondas de alimentación le suministraban al niño una bebida nutricional pediátrica, fórmula para bebés, agua y vitaminas.
Sabía de daños
El fiscal adjunto en el caso dijo que la evidencia muestra que Robitille sabía que los cambios en la alimentación de su hijo podrían ser perjudiciales para él, informó el Caledonian Record.
Fiscales dijeron que el niño era ciego, no tenía orejas, tenía el paladar hendido y sufría de retraso en el desarrollo.
El acuerdo con la fiscalía prevé que Richter cumpla como mínimo tres años de prisión y declare contra Robitille, quien enfrenta un cargo de asesinato impremeditado.