La declaración de la víctima señala que desde que tenía nueve años su progenitor la tocaba de manera indebida, pero cuando llegó a los 13 años de edad, la abusó sexualmente durante al menos dos años.
Como consecuencia de las agresiones del hombre la adolescente resultó embarazada. El agresor, en un intento por ocultar su conducta criminal, obligó a la menor de edad tomar pastillas que interrumpieron el embarazo y pusieron en riesgo su vida.
Por temor, la víctima relató en ese momento que el padre de su hijo era un joven de su misma edad, pero finalmente confesó a su progenitora quien la instó a presentar una denuncia.
El proceso se ventiló en los tribunales de Perú llegando apenas el pasado 5 de febrero a una sentencia de carácter condenatoria, pero para evitar poner en riesgo la vida del agresor en prisión su identidad no será revelada.
*Con información de Perú 21