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“Hombre del Pináculo”: Se resuelve caso de la persona que fue hallada congelada en una cueva hace 50 años

El misterio fue resuelto tras un descubrimiento clave de la Policía estatal de Pensilvania sobre un desconocido que permaneció décadas in identidad

El hombre fue hallado hace años en una cueva de Pensilvania.

El hombre fue hallado hace años en una cueva de Pensilvania. (Foto Prensa Libre: Freepik)

El 16 de enero de 1977, dos excursionistas estuvieron dispuestos a desafiar al frío extremo de Pensilvania, estos descubrirían algo que daría inicio a uno de los misterios sin resolver más enigmáticos del estado.

En una cueva escondida debajo del Pináculo, yacía el cuerpo congelado de una persona, la cual sería apodada como "El Hombre del Pináculo". En la actualidad, luego de un golpe de fortuna y perseverancia de un detective, este inolvidable caso dio un giro inesperado.

El día próximo al hallazgo se le hizo una autopsia al cuerpo en el Hospital de Reading. Se trataba de un hombre joven de entre 25 y 35 años, con cabello rojizo y ojos azules, su peso era de 70 kilogramos y contaba con una estatura de 1.78 metros. Sin embargo, no llevaba documentos y su vestimenta no dio ninguna pista más.

La causa de muerte, según el diagnóstico, fue una sobredosis de drogas, específicamente de Fenobarbital y Pentobarbital, estos eran utilizados como sedantes y anticonvulsivos; se concluyó el caso como un suicidio.

El hallazgo inesperado del "Hombre del Pináculo"

Durante 42 años, el caso conocido como "El Hombre del Pináculo" se mantuvo en un rincón escondido de los archivos policiales, sin síntomas de ser resuelto. Tras varios avances tecnológicos que revolucionó la criminología, se tomaron las huellas digitales y registros dentales durante la autopsia inicial, pero las huellas fueron perdidas y las copias eran pobres para ser de utilidad.

En 2019, el caso fue revisado y se decidió exhumar el cuerpo para realizar un nuevo examen forense y tomar muestras de ADN. Dichas muestras fueron mostradas en el Sistema Nacional de Personas Desaparecidas y No Identificadas (NamUS), pero no coincidieron con ninguno de los casos abiertos.

El gran avance del caso llegó esta semana, el detective Ian Keck, de la Policía Estatal de Pensilvania, tomó la decisión de revisar archivos antiguos intentando encontrar alguna pista olvidada y descubrió la tarjeta de huellas dactilares original tomada durante la autopsia de 1977.

Keck envió la tarjeta a NamUs, la remitieron a un analista experto del FBI. En menos de una hora, el especialista logró una coincidencia; las huellas pertenecían a Nicholas Paul Grubb, un hombre de 27 años, de Fort Washington, Pensilvania. Grubb fue reportado como desaparecido, pero su destino había sido desconocido.

Según los registros, Grubb había servido a la Guardia Nacional del Ejécito de Pensilvania a pincipios de los 70 y pasó un tiempo en Colorado; en 1975 tuvo una interacción con la policía en Colorado, donde se le tomaron sus huellas; No está claro por qué decidió viajar al Pináculo en pleno invierno, las autoridades encontraron signos de que había intentado encender un fuego en la cueva, al final, no logró salvarle la vida.

Aunque todos sus familiares directos fallecieron, un pariente fue localizado y confirmó la identidad de Grubb; este agradeció al forense del condado de Berks y a la policía estatal por su trabajo para dar con su identidad.

Los restos de Grubb fueron trasladados de la fosa común en el condado de Berks a la parcela familiar; el detective Ian Keck, quien desempeñó un papel crucial en el caso, expresó su esperanza de que la identificación de Grubb llevara paz a su familia. “Espero que esto les brinde un poco de consuelo, aunque las circunstancias sean trágicas”.

La investigación sobre las circunstancias que rodearon la muerte de Nicholas Grubb continúa abierta, con la esperanza de que algún día, todos los misterios sean revelados.

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