“No podemos ni excluir ni afirmar que se trate de un acto terrorista”, dijo el portavoz de la policía de San Galo, Bruno Metzger, al diario local St.Galler Tagblatts.
Su colega Hanspeter Kruesi dijo a la AFP que el sospechoso es de nacionalidad suiza y no es inmigrante.
El tren circulaba por el este del país, a lo largo de la frontera con Liechtenstein, detalló la policía regional de San Galo en un comunicado. El hombre que llevó a cabo el ataque también resultó herido.
“De acuerdo con la información que tenemos, un hombre suizo de 27 años lanzó líquido inflamable (que) prendió fuego”, señaló la Policía en un comunicado, añadiendo que el individuo “estaba armado al menos con un cuchillo”.
Según la Policía, el ataque se produjo hacia las 14 horas locales cerca de la estación de Salez, en un tren en marcha que se dirigía de Buchs a Sennwald.
Seis personas heridas, así como el propio atacante, fueron hospitalizadas con quemaduras y puñaladas, indicó el comunicado, sin dar más detalles.
Además del niño de 6 años, entre los heridos figuran dos hombres de 17 y 50 años, y tres mujeres de 17, 34 y 43 años, dijo la Policía, añadiendo que en ese momento había decenas de personas en el tren.
Una mujer y el atacante están “gravemente heridos”, dijo Hanspeter Kruesi, portavoz de la Policía.
Nadie intentó dominar al atacante pero resultó herido en el incendio, añadió.
Europa en vilo
Al lugar del ataque se desplazó un contingente masivo de policías, bomberos, ambulancias y helicópteros de rescate.
La policía señaló que el tren había sufrido daños por valor de unos US$103 mil.
La fiscalía de San Galo ya ha abierto una investigación criminal para esclarecer el ataque.
US$103 mil dejó en pérdidas ataque contra tren.
La estación de Salez permanecía cerrada y se había instaurado un sistema de autobuses en su lugar, según el comunicado.
El ataque es el último de una serie de actos violentos y ataques que tienen en vilo al Viejo Continente.
En enero del 2015, un ataque de comandos yihadistas golpeó a la revista satírica francesa Charlie Hebdo, dejando 12 muertos, mientras que otras cuatro personas murieron después en un atentado contra un supermercado kósher de París.
Después, en noviembre, una acción coordinada de yihadistas suicidas del grupo Estado Islámico dejó 130 muertos en París.
El 22 de marzo de este año, un ataque contra el aeropuerto de Bruselas y contra una estación de metro, reivindicados por el EI, dejaron 32 muertos.
Meses después, el 14 de julio, un hombre lanzó su camión contra la multitud que celebraba la fiesta nacional en la ciudad francesa de Niza, matando a 85 personas.
En tanto, Alemania sufrió varios ataques e incidentes violentos en las últimas semanas.
En julio, se registraron dos ataques ejecutados por migrantes en el estado de Bavaria, en el sur del país.
Un ataque con hacha cometido en un tren por un adolescente de 17 años, probablemente de Afganistán, dejó cinco heridos y un atentado de un sirio, que murió en el ataque, hirió a quince personas en las inmediaciones de un festival de música.
En Múnich, una balacera por un joven alemán de origen iraní de 18 años dejó nueve muertos.