Hollande recibió a su huésped a la entrada del restaurante.
Luces atenuadas, paredes de madera con tapices antiguos, los presidentes se sentaron frente a frente, compartiendo mesa con otro 12 comensales, entre los cuales el primer ministro francés Manuel Valls, sentado a la derecha de Obama, y el jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, a la de Hollande.
En un ambiente ameno, cuando se le preguntó al presidente estadounidense qué deseaba comer, señaló que seguiría “los consejos del presidente” Hollande.
Durante la comida, ambos mandatarios trataron sobre las cuestiones climáticas, pero también sobre el conflicto en Siria, según el entorno del mandatario francés.
Varias horas antes, al comienzo de la madrugada, recién llegado Obama a Francia, los presidentes estuvieron en actitud de recogimiento en la sala Bataclan, donde murieron 90 de las 130 víctimas de los atentados del pasado 13 de noviembre en París, en los que se registraron 350 heridos.