“La señora Clinton tiene la oportunidad de demostrar que no sigue la política racista y xenófoba de Donald Trump” , dijo Rosi Carrasco, una inmigrante mexicana, en referencia al candidato republicano a la presidencia.
“Clinton puede hacer un llamado para parar las deportaciones. No podemos esperar a las elecciones de noviembre. Tiene que ser ahora”, agregó Carrasco, que no tiene autorización para vivir en Estados Unidos y que viajó desde Chicago para participar en la protesta.
Durante la presidencia de Barack Obama, más de 2.4 millones de personas han sido deportadas, lo que representa casi lo mismo que la cifra total de expulsados durante las de sus dos predecesores.