El alcalde del Chiapa de Corza, municipio ubicado a 15 kilómetros de la capital de Chiapas, Tuxtla Gutiérrez, se deslindó de las actividades ilícitas de su hermano y ha prometido que “no toleraré la corrupción y no permitiré ningún acto deshonesto de los servidores públicos que laboran en el ayuntamiento”.
El portal en internet Seguridad en América cita que el pasado 11 de octubre los policías detuvieron a un autobús de turismo y detectaron que viajaban indocumentados centroamericanos, los bajaron de la unidad y los escondieron en las patrullas policiales.
Según el medio, al menos 19 personas entre ellas mujeres y niñas procedentes de Guatemala, El Salvador y Honduras, fueron llevadas a un inmueble donde fueron encerradas en un cuarto.
Luego les pidieron números de teléfono de familiares en sus países de origen a quienes pidieron 3 mil pesos (unos US$157) a cambio de liberarlos.
Al menos unos 70 policías estatales tomaron el control de Chiapa de Corzo en el estado de Chiapas, después de la detención de los agentes municipales.
Diferentes informes y grupos de derechos humanos señalan que las policías mexicanas se han convertido en una de las principales amenazas para los indocumentados que precisamente por su condición debe atravesar el territorio mexicano en las sombras, lo que es aprovechado por las autoridades para hacer dinero ilícitamente.
El Diario de Nueva York cita declaraciones de Carlos Bartolo, director del refugio de migrantes Hogar de la Misericordia de Arriaga, para quien el endurecimiento de los controles migratorios, sumado a la prohibición de transportar migrantes en el tren de carga conocido como “La Bestia”, ha obligado a los migrantes a tomar rutas más riesgosas donde son presa fácil de policías corruptos.
“Ahora los están llevando por descampados y carreteras donde antes no cruzaban, donde no hay vigilancia y son blanco fácil de agresiones de policías en esos municipios”, indicó Bartolo, según el medio.
“El gobierno del estado debería promover una ley de movilidad para los inmigrantes en tránsito para evitar lo que hoy está pasando”, sugirió.
Se calcula que durante el 2015 más de siete mil personas fueron secuestradas en su tránsito por México sin que a la fecha se conozca su paradero, además se estima que en el mismo año 868 delitos fueron cometidos por las autoridades, un 180% más que las del 2014.
Cada año miles de migrantes centroamericanos se movilizan por México con su intención de llegar hasta EE. UU.