“Hemos tenido presencia de grupos de narcotraficantes. Bajan ahí (a Chiapas) avionetas con cocaína de Suramérica y tiene que llegar la Guardia (Nacional) pronto porque, si no, los de las bandas, con apoyo de algunos pobladores, protegen a los delincuentes, y por eso se está atendiendo la zona ahí, y hay dos grupos”, expresó.
El mandatario señaló en su rueda de prensa matutina que pobladores de la selva Lacandona retuvieron este fin de semana a un grupo de la Guardia Nacional porque querían la intervención de las Fuerzas Armadas, incluyendo el Ejército y la Marina, en la disputa entre los delincuentes.
“Un grupo detuvo a estos de la Guardia Nacional porque querían que fueran a tomar, a detener, a un líder de otro grupo a un pueblo con el propósito de que los detuvieran para lincharlos”, comentó López Obrador.
“Y los de la Guardia Nacional y un teniente coronel encargado de la operación actuaron muy bien. A pesar de que detuvieron también a marinos, no cayeron en la provocación”, añadió.
Los pueblos originarios han advertido este año un clima de “guerra civil” en Chiapas por los conflictos armados, que han desencadenado homicidios, desapariciones y desplazamientos forzados, en particular en comunidades indígenas y afines al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
La violencia se ha agudizado después de que, en septiembre, habitantes de Frontera Comalapa, en el límite de México con Guatemala, denunciaron el abandono del Estado tras la irrupción de un grupo vinculado al Cártel de Sinaloa.
López Obrador ha negado antes que exista una base social de apoyo al narcotráfico en la zona, pero ahora pidió a los habitantes “que no se presten a esas cosas”.
“Aprovecho para decirle a la gente que nos ayude, que no se presten a esas cosas, que debe evitarse la violencia, que si hay presencia de la Guardia Nacional es para cuidar al pueblo, no para reprimir al pueblo”, manifestó.