La adolescente, que según la policía estaba tan “demacrada” que parecía tener apenas 10 años, “afirmó que sus doce hermanos y hermanas fueron mantenidos cautivos dentro de la residencia por sus padres, precisando que algunos de ellos estaban atados con cadenas y candados”.
Al llegar, la policía pensó que las 12 personas “desnutridas y muy sucias” eran menores de edad, pero luego comprobó que siete eran adultos de entre 18 y 29 años.
Las víctimas recibieron comida y bebida tras afirmar estar “hambrientos”. Todos fueron llevados luego a hospitales para una revisión médica y tratamiento.
La pareja fue arrestada y encarcelada por torturar y poner en peligro a sus hijos, y se fijó una fianza de US$ 9 millones por cada uno, para su eventual liberación, dijo la policía. La pareja que en dos ocasiones se declaró en banca rota deberá presentarse el jueves ante un tribunal para esclarecer el caso.
Los padres de Turpin, que viven en el estado de West Virginia (este), dijeron a ABC News que estaban “sorprendidos y conmocionados”, pero que no habían visto a su hijo o a sus nietos en cuatro o cinco años.
“Cosa 1”, “Cosa 2”, “Cosa 3”
La casa de estilo español donde se hallaron las víctimas está en un barrio de clase media de Perris, una localidad a unos 100 km al sureste de Los Ángeles.
Tres automóviles y una camioneta con vidrios polarizados fueron encontrados en el lugar, en uno había incluso un asiento para niños.
En una página de Facebook bajo el nombre de David-Louise Turpin se puede ver a la familia asistiendo a varias ceremonias de matrimonio entre 2011 y 2016.
En el último bloque de fotos, publicado entre abril y julio de 2016, Louise luce un largo vestido de novia blanco y su esposo viste un traje. Un imitador de Elvis Presley sostiene un micrófono y posa con la pareja y sus hijos en una escena que recuerda a una boda en Las Vegas.
Nueve niñas, todas con cabello largo y oscuro, llevan vestidos fucsia iguales con medias blancas, mientras que una niña tiene puesto un vestido rosado brillante. Tres niños, con el pelo oscuro con un corte taza como David Turpin, visten trajes con corbatas rojas.
Una fotografía de abril de 2016 muestra a los mismos niños sonrientes y a la pareja con jeans y camisetas rojas que dicen “Cosa 1”, “Cosa 2”, “Cosa 3”, etc.: una versión de los hermanos traviesos del popular libro de Dr. Seuss “El gato en el sombrero”.
En otra imagen de septiembre de 2015, Louise sostiene a un bebé con una camiseta que dice “Mamá me ama”.
Familia extraña
para algunos vecinos de la pareja, resultaba un tanto extraño que los niños y jóvenes de la casa 160 de la calle Muir Woods en Perris nunca salieran solos de la propiedad y tampoco asistieran a ninguna escuela de la zona.
“Los hijos más grandes parecían tener 12 o 13 años por su contextura. Me parecía que había algo raro pero uno nunca quiere pensar mal de las personas”, dijo Kimberly Milligan, quien vive al frente de la casa de los Turpin.
Los comentarios más comunes de amigos de la pareja en las imágenes de redes sociales hacen referencia a “una hermosa pareja llena de amor” y “la perfecta familia”, lo que contrasta con lo encontrado el domingo pasado por la policía al interior de la vivienda.
Dentro de los pocos detalles que se conocen de la familia, que se mudó hace varios años desde Texas, llama la atención que David obtuvo un permiso de California para tener en su casa una escuela privada en la que había registrado seis alumnos.
Su esposa era ama de casa y él trabajó hasta 2010 para la compañía aeroespacial Lockheed Martin.