Internacional

Habitantes de Alepo empiezan éxodo masivo, por bombardeos

Miles de habitantes de la zona rebelde de la ciudad siria de Alepo huyeron el sábado al amanecer por miedo a  nuevos ataques del régimen de Bashar al Asad que bombardea la zona desde hace días.

En otras zonas de Siria, una tregua temporal que entró en vigor anoche, parecía respetarse en dos frentes: en el norte de la provincia de Latakia y en Guta Oriental, cerca de Damasco. No se registraron disparos en esas regiones, escenario de violentos combates en las últimas semanas.

En los sectores rebeldes de Alepo, segunda ciudad del país, en el norte, se vio a varias familias abandonar el barrio de Bustan al Qasr, blanco de los bombardeos desde hace varios días.

“La situación se ha vuelto insoportable”, declaró Abu Mohamad, que dejó su domicilio junto a su mujer y sus cinco hijos. “Uno de mis pequeños está aterrorizado por las bombas y, desde hace una semana, ya nadie viene a comprar (a mi tienda)”, asegura el comerciante de electrodomésticos. “Todo está paralizado”, añade.

Algunas familias decidieron refugiarse en otros barrios de la ciudad más seguros mientras que otros abandonaron la urbe por la carretera de Castello, única salida para los habitantes de los barrios rebeldes, casi por completo asediados desde hace meses. Esta carretera es peligrosa pues suele ser atacada con frecuencia.

Cerca de 200 mil habitantes residían en la zona rebelde, en el este de la ciudad, dividida en 2012, según cifras no oficiales.

Escondidos en sus casas

El sábado, las calles de varios barrios rebeldes estaban desiertas y las tiendas, cerradas. Los habitantes se escondían en sus casas por miedo a nuevos ataques aéreos del ejército sirio, que bombardea la ciudad desde el pasado 22 de abril, según la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos  (OSDH).

Desde esa fecha, un total de 246 personas han fallecido por culpa de los enfrentamientos, según el OSDH.

La comunidad internacional denunció los bombardeos de ambos bandos y la ONU lamentó un “menosprecio monstruoso por las vidas de los civiles de todas las partes del conflicto”.


El sábado, al menos seis personas perdieron la vida en el sector rebelde, según la defensa civil. El OSDH reportó 20 bombardeos.

Los pocos transeúntes que se veían por las calles miraban hacia el cielo preocupados, por miedo a que algún avión militar sobrevolase el barrio. Desde el momento en el que advierten una amenaza, se precipitan hacia los refugios o las entradas de los edificios para protegerse.

Alepo vivió el jueves su jornada más sangrienta desde que se intensificaran los bombardeos hace más de una semana, con más de 50 muertos, incluyendo niños y algunos médicos.

Totalmente entregado

En el hospital Al Qods, en el que colabora la ONG Médicos Sin Fronteras  (MSF), un bombardeo acabó con la vida, entre otros, de un reputado pediatra del sector rebelde.

El médico Mohamad Wasim Maaz, alepino de unos 30 años, “estaba totalmente entregado al servicio de los habitantes (…) Hacía chequeos médicos a unos cien niños al día” , explicó Samar Hijazi, responsable de los archivos del hospital. “El hospital era, de alguna forma, su casa. Se quedaba hasta la noche” ,acotó.

Según Hijaz, los hospitales que siguen operativos en el sector rebelde “se cuentan con los dedos de una mano y el personal médico está agotado”.

En otras partes de Siria, los frentes del norte de la provincia de Latakia, feudo de Al Asad, y de Guta Oriental, que Damasco considera bastión de los rebeldes, estaban en calma al comienzo de la tarde.

Según el ejército sirio, la interrupción de los combates debía durar 24 horas en Guta Oriental y 72 en la región de Latakia.

Luego del llamado del enviado de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, para que se reactivara la tregua, Rusia y Estados Unidos acordaron suspender los ataques en estos dos frentes, pero no así en Alepo.