Señalaron que hubo una temperatura media de 8.2C durante este verano en Tasiilaq (sureste), o sea, 2.3C más que la registrada entre 1981 y el 2010, y aún más en la primavera en que la media en Kangerlussuaq (suroeste) superó en 6.7C la normal estacionaria desde 1949.
“Estas mediciones nos brindan pruebas nuevas y sólidas para afirmar que la tendencia al alza de las temperaturas en el rtico continúa, y esto no constituye una sorpresa”, comentó un climatólogo, John Cappelen.
Éste citó como consecuencias del excesivo deshielo “no solamente el aumento del nivel de los mares”, sino también “tempestades más fuertes” y cambios en el ecosistema del Atlántico Norte, que tendrán incidencia sobre la pesca y sobre “la cantidad de carbono que pueda absorber el océano”.
Sin embargo, curiosamente, Groenlandia también batió en este año su récord de frío para el mes de julio, con -30,7C en la estación meteorológica de Summit (en el centro de la isla), a causa de las muy débiles precipitaciones registradas en esta zona.
En abril, el DMI ya había revelado que el casquete glaciar de la isla había comenzado su deshielo un mes antes que en los otros años más cálidos recientes.
Esta inmensa capa de hielo se ha fundido dos veces más rápido entre el 2003 y el 2010 que durante todo el siglo XX, según un estudio publicado en diciembre pasado en la revista Nature.