Pero la concesión de ese acceso libre no estaría garantizada y, incluso en el caso de permitirse, podría retrasarse en el tiempo, una condición que los críticos con el pacto dicen que Teherán aprovechará para ganar tiempo y cubrir cualquier señal de que no están cumpliendo con sus compromisos.
Según el acuerdo, Teherán tendrá derecho a confrontar cualquier petición de la ONU y una junta de arbitraje compuesta por Irán y las seis potencias mundiales que negociaron el pacto tendrá que decidir sobre el tema.
El documento final, de unas cien páginas, recoge la eliminación de todas las sanciones internacionales que pesan sobre Irán, que también saldrá de las listas de países sancionados por las Naciones Unidas, según la agencia.
El texto, que será presentado en breve en público por el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Mohamad Yavad Zarif y la responsable de política exterior de la Unión Europea (UE), Federica Moghereini, será enviado a las capitales de los países signatarios para una revisión final.
Además, según ISNA, el documento será llevado ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en las próximas semanas para que se apruebe una resolución que le dé validez y luego tendrá que ser revisado y aceptado por el Congreso de los EEUU y el Parlamento de Irán.
El acuerdo también recoge que la aplicación de sus medidas se hará efectiva en tres etapas, una preliminar, otra operativa y otra ejecutiva.
La última sesión plenaria de las negociaciones nucleares se celebrará a partir de las 08.30 GMT en la sede de la ONU en Viena, seguido por el anuncio del resultado de las conversaciones.
El objetivo del acuerdo duradero que busca la comunidad internacional es que Irán no pueda acceder a la bomba atómica, a cambio del levantamiento de sanciones y otros alivios.
Los ministros de Exteriores y sus equipos negociadores de los siete países involucrados en la negociación buscaron a lo largo de los últimos 18 días de intensas conversaciones un consenso para poder cerrar este histórico acuerdo.