El cuerpo de Amerie Jo Garza, de 10 años, llegó en un ataúd plateado y fue transportado a la Iglesia Católica del Sagrado Corazón por seis portadores que llevaban camisas blancas con claveles rojos.
Amerie Jo Garza, era uno de los 19 niños fallecidos en la masacre que Salvador Ramos, un adolescente de 18 años, también mató a dos maestros en la Escuela Primaria Robb de Uvalde Texas.
Amerie Jo Garza fu catalogada como “heroína” debido a que murió mientras pedía ayuda al 911 por la masacre de Texas.
Los dolientes, algunos vestidos con el color púrpura de la Escuela Primaria Robb al otro lado de la calle, escenario de la masacre el 24 de mayo, se reunieron frente a la iglesia antes del funeral en medio de una fuerte presencia policial.
Ángel Garza, padre de Amerie, se pronunció en Facebook por lo ocurrido el 24 de mayo y, mientras esperaba noticias alentadoras, su corazón se quebró horas más tarde al enterarse de que su hija era una de las fallecidas.
“No pido mucho o casi no posteo aquí, pero por favor ya han pasado siete horas y todavía no tengo noticias de mi amor”, escribió en Facebook, junto con una foto en la que abrazaba a su hija, sentada en su regazo con un vestido rosado.
Unas horas después, nueva publicación en Facebook: “Gracias a todos por sus oraciones y por ayudarme a encontrar a mi bebé”, publicó. “Mi amorcito ahora vuela alto con los ángeles allá arriba”.
La emotiva foto y profundo mensaje
El martes 31 de mayo, Ángel Garza, despidió a Amerie con un profundo mensaje que acompañó con una fotografía.
“Gracias. Gracias por enseñarme sobre BTS y lo lindos que son los chicos. Gracias por enseñarme sobre la paciencia y la recompensa que conlleva. Gracias por enseñarme sobre la amistad y la pasión que conlleva. Gracias por enseñarme sobre las dificultades y las luchas que vienen con ellas. Gracias por enseñarme sobre la generosidad y la honestidad que conlleva. Gracias por enseñarme sobre el tiempo y cómo lo damos por sentado”, fue parte del texto con el que Ángel Garza agradeció a su hija por todos los momentos y enseñanzas que quedaron durante los años que compartieron.
“Pero, sobre todo, Amerie, gracias por enseñarme sobre el amor y la belleza que conlleva. Eres amada por el mundo, niña”, concluyó Ángel Garza.
