Por supuesto, puesto que la pandemia de coronavirus nos enseñó la importancia de responder a los brotes de manera temprana y agresiva…
Perdón, es broma; al parecer, no aprendimos gran cosa del brote de covid-19 y no es gracioso.
No se ha hecho lo suficiente respecto a un brote de H5N1 fuera de control en granjas peleteras de Finlandia ni a un misterioso brote entre gatos domésticos en Polonia.
Finlandia, uno de los mayores productores de pieles de Europa, está luchando contra brotes entre sus visones, zorros y mapaches japoneses criados en cautiverio, especies que, según advierten los científicos, tienen más probabilidades de desarrollar una variante que pueda contagiar a las personas y provocar un brote en el ser humano.
Incluso la Autoridad Alimentaria Finlandesa, en su anuncio del sacrificio de animales, señaló que los visones son susceptibles tanto a la gripe humana como a la aviar. Si un animal se contagia por ambos, los virus mezclan sus genes y dan lugar a una gripe aviar que puede infectar a los humanos; sin embargo, no han cerrado las granjas peleteras de Finlandia. En lugar de eso, la Agencia Finlandesa de Fauna y Flora Silvestres les permitió a los criadores de pieles matar en grandes cantidades a aves silvestres cerca de sus granjas. La agencia me dijo que las matanzas estaban autorizadas “para prevenir el contacto entre aves infectadas y animales en las granjas peleteras”, pero los científicos afirmaron que se trata de una estrategia equivocada y quizá inútil… desde entonces, más granjas peleteras de Finlandia han anunciado nuevos brotes.
Por otra parte, las autoridades polacas declararon que un brote de H5N1 entre los gatos domésticos de este verano ha causado la muerte de 29 animales hasta el momento, aunque los propietarios de gatos han elaborado listas con hasta 89 animales enfermos. El brote presenta muchas características inusuales que lo hacen especialmente preocupante y, sin embargo, todavía no se ha explicado cómo ocurrió ni se ha llevado a cabo una investigación a profundidad.
Los gatos afectados vivían en distintas zonas de Polonia, pero sus virus tenían secuencias genéticas casi idénticas. Obviamente, no podían haberse infectado unos a otros. Es improbable que las aves silvestres sean la fuente, sobre todo porque algunos de los gatos nunca estuvieron al aire libre y el brote no se detectó en los países fronterizos de Polonia. Al parecer está claro que el brote se originó en ese país.
Los científicos y los propietarios de gatos sospechan de la comida para gatos.
En otro giro, el virus de todos los gatos enfermos en Polonia tenía dos mutaciones genéticas específicas que se encuentran casi exclusivamente entre los mamíferos, por lo que o bien todos los gatos fueron infectados y luego sus virus desarrollaron estas mutaciones de manera independiente o las dos mutaciones ya estaban en lo que los infectó.
Tom Peacock, quien estudia la influenza en el Imperial College del Reino Unido, me dijo que lo más probable era que los gatos hubieran comido carne de mamíferos enfermos o carne de aves en las que el virus hubiera desarrollado estas mutaciones, que por lo general se asocian a la adaptación a los mamíferos.
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Cualquiera de estas opciones es alarmante y aún no tenemos respuestas sobre cómo todos estos gatos alejados geográficamente se contagiaron con el virus H5N1.
Los científicos polacos solo pudieron analizar cinco muestras de alimentos y una de ellas (carne de pollo destinada al consumo humano que también servía para alimentar al gato) resultó positiva para el virus H5N1; sin embargo, como señala el informe científico, solo se trata de una muestra, que podría haberse contaminado después de que el animal enfermó en el hogar.
El virus H5N1 también se detectó en fechas recientes en dos refugios para gatos de Seúl, Corea del Sur. Las autoridades sospecharon que la fuente era la comida para gatos y retiraron dos variedades de una misma marca. Aunque la investigación allí puede aportar algunas respuestas, la situación difiere de la de Polonia, ya que los gatos coreanos vivían en el mismo lugar.
Es necesario hacer pruebas exhaustivas en toda la cadena alimentaria para identificar la fuente real.
No obstante, si en Polonia se está llevando a cabo alguna investigación de este tipo, las autoridades no han hecho pública información al respecto.
Polonia es el mayor exportador de aves de corral de la Unión Europea, por lo que cualquier implicación en la cadena alimentaria avícola tendría consecuencias económicas.
Polonia también es el mayor explotador de granjas de visones de la Unión Europea. Una inquietud evidente es que los visones vayan a contagiarse con H5N1 y la carne de visón contamine de alguna manera la cadena alimentaria y acabe llegando a los gatos.
Por desgracia, las granjas de visones en Polonia se han visto envueltas en las guerras culturales del país. Un intento anterior de prohibir las granjas de visones en 2020 estuvo a punto de hacer caer al gobierno, a pesar del apoyo generalizado a la prohibición. La extrema derecha se movilizó especialmente en contra. Un miembro de la familia que controla la gran mayoría de las granjas de visones en Polonia dijo que la prohibición propuesta estaba apoyada por las mismas personas “que promueven el colectivo LGBTQ, el matrimonio entre personas del mismo sexo, el aborto, la eutanasia, entre otros”. El gobierno conservador dio marcha atrás.
Semejante miopía no es monopolio de la extrema derecha. En Estados Unidos, una disposición que prohibía la cría de visones salió de la Cámara de Representantes el año pasado, pero fue rechazada en el Senado en un esfuerzo bipartidista: muchos senadores demócratas se unieron al republicano Ron Johnson, de Wisconsin (donde muchas granjas de visones siguen funcionando) para eliminar la prohibición de la legislación.
¿Qué ocurre en las granjas de visones de Polonia? Tal vez Polonia esté haciendo un trabajo excepcional y evitando brotes entre los visones, pero quizá ni siquiera los haya identificado, lo que es posible incluso simplemente por no prestar atención suficiente. Un brote entre visones en España el año pasado demostró que el H5N1 no es tan mortal para los visones como para las aves de corral (donde puede matar entre el 80 y el 90 por ciento de los animales infectados), por lo que un brote podría pasar desapercibido a menos de que se hiciera un esfuerzo adecuado de vigilancia. Existe el peligro de que estos brotes más leves desencadenen una pandemia, ya que las primeras fases pueden ser más difíciles de detectar.
Los animales criados para la industria peletera, como los visones y los zorros, son mamíferos carnívoros que suelen cazar en soledad. Enjaularlos en espacios reducidos no solo facilita las epidemias, sino que es muy cruel.
Estas especies peleteras son muy susceptibles a muchas enfermedades respiratorias humanas y no solo al virus H5N1. A finales del 2020, Dinamarca (que en ese año era el mayor criador de visones del mundo) fue incapaz de contener los brotes de COVID-19 en sus granjas a pesar de muchos esfuerzos y descubrió que los visones estaban generando variantes nuevas que contagiaban a los humanos. Alarmada, Dinamarca suspendió la operación de sus granjas de visones, pero ahora permite que vuelvan a funcionar.
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Deberíamos prohibir las granjas peleteras, que son crueles, peligrosas e innecesarias, y aumentar los requisitos de vigilancia y notificación de los brotes de H5N1 en mamíferos.
Sobornar a los criadores de pieles de Europa y Estados Unidos podría ser más barato que enfrentar un brote humano, sobre todo teniendo en cuenta que la industria ya está disminuyendo de manera natural. Challis Hobbs, director ejecutivo de Fur Commission USA, una asociación que representa a los criadores de visones, declaró a Roll Call que hay apenas unas cien granjas en funcionamiento, frente a las 257 existentes, pues cada vez más consumidores se alejan de las pieles. China también explota granjas peleteras, pero se podría buscar un acuerdo internacional para aumentar la vigilancia y, con suerte, incluso una prohibición mundial.
Además, una situación como la del brote misterioso de gatos en Polonia no debería dejarse pasar sin una investigación exhaustiva y transparente.
Como lamentablemente descubrimos, las fronteras y las jurisdicciones son sutilezas que no les importan a los virus, pero las lecciones siguen sin escucharse en todo el mundo.