En tanto, Kuczynski, de 77 años, aún se recupera de un primer debate el 22 de mayo, con su contendiente de 41 años. Según analistas, Fujimori lo manejó con mayor audacia y provocación, mientras él se centró en propuestas aunque con un lenguaje poco ágil y efectivo.
En la última semana, la candidata del partido Fuerza Popular ha visto encumbrar la intención de voto a su favor y rompió el empate técnico que mantenía con Kuczynski, de Peruanos por el Kambio (PPK, acrónimo de su nombre), según varios sondeos difundidos recientemente.
De acuerdo con un simulacro de votación realizado por la firma Ipsos difundido el domingo por el diario El Comercio, Fujimori se perfila como la primera presidenta de Perú, al obtener 45.9% de las preferencias, en tanto Kuczynski, economista y exfuncionario del Banco Mundial, logra 40.6%.
El sondeo se efectuó el 26 y 27 de mayo a mil 815 personas a nivel nacional, con un margen de error de 2.3 puntos porcentuales.
Keiko es hija del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), condenado por delitos de corrupción y lesa humanidad. En las elecciones del 10 de abril, obtuvo 39% de los votos, seguida por Kuczynski con 21%. Además, su partido obtuvo la mayoría absoluta en el Congreso (73 congresistas sobre 130) , en tanto PPK consiguió 18 legisladores.
La favorita y las acusaciones
Los sondeos han alimentado la sensación de que Fujimori llega este domingo como favorita al debate presidencial. Para Kuzcynski, en cambio, representa la última oportunidad de marcar diferencias y presentarse como la alternativa democrática ante la tentación totalitaria que una parte del electorado asocia con su rival, según diversos analistas.
A mediados de mayo, una denuncia periodística alertó sobre que el entonces secretario general del fujimorismo, Joaquín Ramírez, era investigado por la oficina antidrogas de Estados Unidos (DEA) por lavado de dinero. La acusación fue hecha por un informante de la DEA, quien incluso dijo que Ramírez le confesó haber lavado 15 millones de dólares de Fujimori para su primera campaña en 2011.
El fujimorismo rechazó los cargos pero Ramírez renunció. El domingo pasado, un programa de Panamericana Televisión difundió una grabación telefónica donde supuestamente el informante de la DEA se desdice de la acusación. Sin embargo, la grabación fue adulterada. Una periodista del canal mostró el audio original en donde el acusador en verdad insistía en su denuncia.
El tema fue aprovechado por sus opositores para recordar las prácticas de Vladimiro Montesinos, el siniestro asesor de Fujimori padre, quien entregó dinero a políticos y medios de comunicación a cambio de su apoyo, además de armar campañas de desinformación para desprestigiar a sus opositores.
“PPK tiene margen de maniobra todavía, con dos vertientes a su favor: una relacionada al tema del montesinismo, que es un factor externo y que le puede favorecer sin que él mueva un dedo, y el otro, sacar a relucir en el debate que tiene una estrategia centrada con miras a ganar las elecciones”, dijo el director de la consultora Vox Populi, Luis Benavente.
A una semana de la elección, PPK ha capitalizado casi todo el antifujimorismo, que además se expresa con fuerza en las redes sociales. Una gran marcha se ha convocado para el 31 de mayo contra la candidatura de Fujimori.