Visita relevante
La visita tendrá varias efemérides para el primer papa latinoamericano de la historia: Francisco se convertirá en el primer pontífice en hablar ante el Congreso de Estados Unidos y el primero en proclamar al primer santo en suelo estadounidense cuando canonice al controvertido misionero español Junípero Serra.
Francisco también seguirá los pasos de sus predecesores, convirtiéndose en el tercer papa en visitar Cuba en los últimos 17 años: un récord notable para cualquier país y mucho más para uno que tiene una comunidad de fieles católicos muy pequeña. Y, al igual que tres de sus predecesores, hablará ante las Naciones Unidas para impulsar su agenda sobre migración, medio ambiente y la persecución religiosa mientras lo escuchan más de un centenar de líderes mundiales.
El papa, un jesuita argentino de 78 años, navegará en aguas desconocidas en gran medida para él, pues no ha visitado ninguno de los dos países y confesó que Estados Unidos le era tan desconocido que iba a pasar el verano leyendo sobre él.
Sus índices de popularidad en esa nación son altos, pero también se ha ganado detractores, en especial entre los conservadores por sus críticas a los excesos del capitalismo.