La mayor novedad del nuevo dispositivo son las multas de mil 500 euros para los clientes de sexoservidoras, que subirán a tres mil 750 en caso de reincidencia.
Una pena alternativa o complementaria será la realización de cursillos de “sensibilización contra la compra de actos sexuales”, de los que se encargarán asociaciones certificadas.
Francia se convertirá en el quinto país de Europa que penaliza a los que pagan por tener relaciones sexuales, después de Suecia, Noruega, Islandia y el Reino Unido.
La cuestión que queda pendiente ahora es la voluntad de aplicar esa regla, con lo que eso significa de dedicar policías a perseguir a los que buscan sexo a cambio de dinero, en particular en un momento en que las fuerzas del orden está absorbidas por la prioridad de la lucha contra el terrorismo.
En cualquier caso, Francia se convertirá en el quinto país de Europa que penaliza a los que pagan por tener relaciones sexuales, después de Suecia, Noruega, Islandia y el Reino Unido.
Con la nueva ley se suprime el delito por acoso o incitación de los clientes en la calle, al que se exponían las sexoservidoras.
Además, se pone en marcha un fondo para el acompañamiento social y profesional de las sexoservidorsa, que tendrá en principio una partida de 4.8 millones de euros anuales, y se dedicará, principalmente, a la reconversión de aquellos trabajadores del sexo que quieran abandonar.
En paralelo, se otorgarán permisos de residencia provisionales (de seis meses) para las sexoservidoras extranjeras víctimas de proxenetas y que acepten dejar esa actividad.
El primer ministro, el socialista Manuel Valls, consideró que el texto legislativo adoptado por el Parlamento constituye “un gran avance para el respeto de la persona humana”, señaló en un mensaje en su cuenta de Twitter.
Profesionales del sexo se quejaron de que el nuevo texto va a hacer más precaria todavía su actividad por el incremento de la presión policial.
En una línea similar, la ministra de los Derechos de las Mujeres, Laurence Rossignol, insistió en que este paso muestra que “Francia afirma con fuerza que la compra de actos sexuales es una explotación y una violencia contra las mujeres”.
El Sindicato del Trabajo Sexual organizó esta tarde una manifestación en los alrededores de la Asamblea Nacional en el momento en que estaba programado el voto.
En esa protesta participaron varias decenas de profesionales del sexo que se quejaron de que el nuevo texto va a hacer más precaria todavía su actividad por el incremento de la presión policial.