Según la fiscalía, con ese dinero y a través de distintos prestanombres, se realizó la compra-venta de terrenos con un sobreprecio del 15.000%, adquisiciones de apartamentos y vehículos de lujo, joyas y hasta se compró un piso para una amante del mandatario que, aunque no tenía nada a su nombre, es el mayor heredero de su testaferro principal.
Duarte, detenido en Guatemala el 14 de abril y extraditado a México el lunes, escuchó las acusaciones de los fiscales durante más de cuatro horas vestido con el uniforme de recluso y la cara seria, a veces jugueteando con papeles y otras con las manos entrelazadas y la mirada perdida en el techo.
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La fiscalía explicó que, según las declaraciones de algunos de los excolaboradores de Duarte, el dinero salía sobre todo de las secretarías de Educación, Salud y Desarrollo Agrario de Veracruz, y que el propio mandatario llegó a hacer desaparecer registros contables que lo pudieran incriminar y hasta disponía de un software especial para monitorear los flujos de dinero y los pagos a empresas fantasma.
La audiencia pública se reanudaría el sábado por la tarde con la presentación de argumentos por parte de la defensa de Duarte.
Al concluir el juez deberá decidir si inicia el proceso contra el exgobernador, uno de los tres mandatarios del PRI detenidos actualmente por corrupción.