El pasado 19 de octubre, tras permanecer un año en prisión, Pistorius fue puesto en libertad condicional por buena conducta y cumple lo que le resta de pena bajo el régimen de arresto domiciliario.
Según defendió el fiscal, el atleta “debió haber previsto que alguien moriría” al disparar a través de la puerta cerrada del cuarto de baño de su vivienda en la madrugada del 14 de febrero del pasado año.
Detrás de esa puerta se encontraba su novia, la modelo Reeva Steenkamp, pero el atleta alegó que creía que se trataba de un intruso, versión que aceptó la jueza.
A preguntas de los magistrados, el fiscal insistió en que no tiene importancia que Pistorius confundiera a su novia con un ladrón, ya que sabía que acabaría con la vida de la persona que había tras la puerta, fuera su pareja o el intruso.
Para la Fiscalía, Masipa no tuvo en cuenta las pruebas circunstanciales y el testimonio de alguno de los testigos clave, y además debió haber descartado la versión de Pistorius por presentar diferentes líneas de defensa.
El fiscal remarcó que no pone en cuestión la interpretación de los hechos de Masipa sino su aplicación de la ley y aclaró que no pide otro juicio para Pistorius sino que se cambie el veredicto de homicidio por el de asesinato.