Sin embargo, Comey confirmó que Trump no había sido puesto bajo investigación federal.
Además, Comey admitió que tras su destitución por Trump el 9 de mayo pidió a un amigo que filtrara a la prensa documentación sobre el contenido de las reuniones con el mandatario con la esperanza de provocar el nombramiento de un fiscal especial para el caso.
El director de Inteligencia Nacional, Dan Coats, su par de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) Mike Rogers y el ex vicedirector Richard Ledgett acordaron hablar con los investigadores, según el Washington Post.
Mueller, designado por el Departamento de Justicia para investigar la supuesta injerencia de Rusia en la campaña electoral, estuvo la semana pasada en medio de especulaciones de que Trump podría despedirlo.
Sanción contra Rusia
El Senado estadounidense aprobó por aplastante mayoría un nuevo paquete de sanciones contra Rusia por entrometerse en las elecciones de 2016 y sus agresiones en otras partes del mundo, se informó el miércoles.
La cámara Alta aprobó la propuesta bipartidista con 97 votos a favor y dos en contra, lo que subraya el amplio apoyo de republicanos y demócratas para reprender a Rusia después de que agencias de inteligencia estadounidenses determinaron que Moscú había interferido deliberadamente en la campaña presidencia. Los legisladores que respaldaron la medida citaron además la agresión de Rusia en Siria y Ucrania.
Niega reunión
El secretario de Justicia Jeff Sessions negó airadamente el pasado martes que tuviera alguna reunión secreta con el embajador ruso o conversaciones con funcionarios rusos sobre las elecciones de Estados Unidos. También prometió defender su honor “contra acusaciones insidiosas y falsas”.
Durante una audiencia en el Senado, Session dijo que era una “mentira detestable y espantosa” insinuar que participó o que estuvo al tanto de alguna colusión entre Rusia y la campaña de Trump.