Estas partículas, de un diámetro inferior a 2.5 micras (mil veces más pequeñas que 2.5 milímetros), son las consideradas más perjudiciales porque entran directamente en los pulmones, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) sitúa el umbral de salubridad en una media de 25 microgramos por metro cúbico en 24 horas.
Las tracas y los castillos de fuegos artificiales iluminaron la velada del Año Nuevo Chino, a pesar de las restricciones adoptadas por las autoridades del gigante asiático.
Un total de 138 ciudades del país asiático adoptaron prohibiciones y 536 urbes restringieron los fuegos artificiales con el objetivo de disfrutar de un cielo más limpio durante estas marcadas fechas, según datos el Ministerio de Seguridad Pública de China.
Además, las autoridades realizaron a lo largo de las últimas semanas varios llamamientos a la población del país para que limitara el lanzamiento de petardos considerando sus consecuencias para la calidad del aire.
La previsión de escaso viento para las próximas horas en algunas zonas de ese país, especialmente en el centro, unida al continuo lanzamiento de petardos, podría agravar aún más la concentración de contaminantes en el cielo.