La declaración fue publicada en la página web de DHS en la que Mayorkas refiere que estas expulsiones inmediatas de adultos mayores y familias ocurren bajo la autoridad que le confiere el Título 42, una medida aprobada por el gobierno de Donald Trump para combatir la pandemia del coronavirus.
Los adultos solteros
La declaración de Mayorkas afirma que la mayoría de detenidos en la frontera Suroeste son adultos solteros que actualmente están siendo expulsados bajo la autoridad de los CDC para manejar la crisis de salud pública de la pandemia de covid-19.
Agrega que, de conformidad con esa autoridad, los adultos solteros de México y los países del Triángulo Norte de El Salvador, Guatemala y Honduras son rápidamente expulsados a México.
Además, los adultos solteros de otros países son expulsados en avión a sus países de origen si México no los acepta.
El documento asegura que “hay excepciones limitadas a nuestro uso de la autoridad de expulsión de los CDC. Por ejemplo, no expulsamos a personas con determinadas vulnerabilidades graves”.
La expulsión de adultos solteros no representa un desafío operativo para la Patrulla Fronteriza debido a la velocidad y la carga mínima de procesamiento de su expulsión, se lee en el documento.
Familias también son expulsadas
La declaración detalla que las familias detenidas en la frontera Suroeste también están siendo expulsadas bajo la autoridad del Título 42 de los CDC.
Las familias de México y los países del Triángulo Norte son expulsadas a México a menos que México no tenga la capacidad de recibir a las familias.
Las familias de países distintos a México o el Triángulo Norte son expulsadas en avión a sus países de origen. Se pueden hacer excepciones cuando un miembro de la familia tiene una vulnerabilidad aguda, se afirma en la declaración.
Además se menciona que la capacidad limitada de México ha agotado los recursos de esa entidad, incluso en el área del Valle del Río Grande en Texas.
Añade que cuando se alcanza la capacidad de México, procesan a las familias y las colocan en procedimientos de inmigración en los Estados Unidos. “Nos hemos asociado con organizaciones comunitarias para hacerles pruebas a los miembros de la familia y ponerlos en cuarentena según sea necesario según los protocolos covid-19”, se menciona.
Niños acompañados
“Todos los días nos encontramos con muchos niños no acompañados en nuestra frontera suroeste. Un niño que es menor de 18 años y no está acompañado por su padre o tutor legal se considera bajo la ley como un niño no acompañado. Nos encontramos con niños de seis y siete años, por ejemplo, que llegan a nuestra frontera sin un adulto. Son niños vulnerables y hemos terminado con la práctica de la administración anterior de expulsarlos”, dice el comunicado, en relación a que durante el Gobierno de Trump estos menores también eran expulsados.
Ahora los niños no acompañados son llevados a una instalación de la Patrulla Fronteriza y procesado para su transferencia al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) en donde los someten a pruebas, se ponen en cuarentena y se les protege hasta que se coloca al niño con un patrocinador en Estados Unidos.
El documento refiere que más del 80 por ciento de los casos, el niño tiene un familiar en los Estados Unidos y en más del 40% de los casos, ese miembro de la familia es un padre o tutor legal. Se trata de niños que se están reuniendo con sus familias que los cuidarán.
Luego, los niños pasan por procedimientos de inmigración en los que pueden presentar un reclamo de reparación conforme a la ley.
Según la declaración de Mayorkas, las instalaciones de la Patrulla Fronteriza se han llenado de niños y el plazo de 72 horas para la transferencia de niños de la Patrulla Fronteriza al HHS no siempre se cumple.
“El HHS no ha tenido la capacidad de admitir la cantidad de niños no acompañados que hemos estado encontrando”, explica.
Las causas de la migración
La declaración menciona que “la pobreza, los altos niveles de violencia y la corrupción en México y los países del Triángulo Norte han impulsado la migración hacia nuestra frontera suroeste durante años. Las condiciones adversas han seguido deteriorándose. Dos huracanes dañinos que azotaron Honduras y arrasaron la región empeoraron las condiciones de vida allí, lo que provocó la huida de más niños y familias”.
“La administración anterior desmanteló por completo el sistema de asilo. El sistema fue destruido, las instalaciones cerradas y expulsaron cruelmente a los niños pequeños a manos de los traficantes. Hemos tenido que reconstruir todo el sistema, incluidas las políticas y los procedimientos necesarios para administrar las leyes de asilo que el Congreso aprobó hace mucho tiempo”, explica.
“La administración anterior derribó las vías legales que se habían desarrollado para que los niños llegaran a los Estados Unidos de manera segura, eficiente y ordenada. Derribó, por ejemplo, el programa de menores centroamericanos que evitaba la necesidad de que los niños hicieran el peligroso viaje hacia nuestra frontera suroeste”, añade el documento.
Un problema serio
La situación que se vive en la frontera fue catalogada ayer por la Casa Blanca como un “problema serio”, al tiempo que los republicanos hablan de una crisis sin precedentes.
Al respecto, Mayorkas dijo que el gobierno está haciendo todo lo posible para encarar la emergencia, desatada una vez que el presidente Joe Biden revirtiera varias medidas que su antecesor había decretado en el marzo de una política migratoria de ‘tolerancia cero’.
Al desarmar el sistema creado por Trump, el gobierno debe ahora dar cumplimiento al Acuerdo Judicial Flores de 1977 y la Ley TVPRA de 2008, que regulan el trato que se debe dar a los inmigrantes menores de edad y el respeto al debido proceso migratorio, obligaciones que el gobierno anterior calificó de “lagunas” o “vacíos” legales.
En la declaración publicada este martes Mayorkas detalló el plan de trabajo que el gobierno lleva a cabo en la frontera. Dijo que el objetivo “es un sistema de inmigración seguro, legal y ordenado que se base en nuestras prioridades fundamentales: mantener nuestras fronteras seguras, abordar la difícil situación de los niños como lo requiere la ley y permitir que las familias estén juntas”.