El ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, confirmó en un comunicado que la intervención fue originada por una falsa alarma y saludó “la gran reactividad de las fuerzas del orden y su gran profesionalismo en cualquier circunstancia” .
El portavoz de su ministerio, Pierre-Henry Brandet, añadió en declaraciones a la cadena “BFM TV” que se ha abierto una investigación para esclarecer el suceso, desencadenado después de que una llamada a la Policía a las 15.30 hora local informara de una posible toma de rehenes en una iglesia.
Las pesquisas en marcha, según avanzó el portavoz, intentarán determinar si fue una broma o un malentendido.
El despliegue de las fuerzas del orden acordonó la zona, evacuó o confinó a la gente que se encontraba en las cercanías y contó con la participación de más de un centenar de efectivos.
Como medida de precaución, fue activado también el sistema de Alerta y de Información de la Población (SAIP) , una aplicación para teléfonos móviles que permite a la población estar informada de forma constante sobre atentados terroristas y sobre cómo actuar en caso de ser víctima de alguno.
El sistema, lanzado el pasado junio por el Ministerio del Intrior, recomendó a la gente no acercarse al lugar y ponerse a resguardo.
En alerta
Henri-Brandet subrayó que dado el actual nivel de amenaza terrorista “no se puede tomar el mínimo riesgo” ni “privarse de ningún esfuerzo” a la hora de afrontar posibles atentados, “hasta que no se despejen las dudas”.
Esta operación policial y la posibilidad de que hubiera una toma de rehenes había desatado las alertas rápidamente en las redes sociales, después de los recientes ataques yihadistas de los que Francia ha sido víctima desde enero de 2015, con más de 230 muertos y centenares de heridos.
El último atentado yihadista con víctimas mortales se remonta al pasado 26 de julio, cuando dos adolescentes con vínculos yihadistas asesinaron a un cura en una iglesia de Normandía, en el norte del país.