Facebook está preparando los pasos a seguir por si Trump afirma erróneamente en esa red social que ganó otro mandato de cuatro años, dijeron las personas familiarizadas con la estrategia de Facebook que hablaron con la condición de mantener su anonimato. La red social también está analizando cómo podría actuar si Trump intenta invalidar los resultados al declarar que el Servicio Postal perdió papeletas de votación por correo o que otros grupos interfirieron en la votación, dijeron las personas.
Mark Zuckerberg, director ejecutivo de Facebook, y algunos de sus lugartenientes han comenzado a celebrar reuniones diarias con el fin de minimizar cómo se puede usar la plataforma para disputar las elecciones, afirmaron quienes conocen la estrategia. Han discutido sobre un “botón de emergencia” que suspenda la publicidad política después del día de las elecciones, puesto que los anuncios, cuya veracidad no es controlada por Facebook, podrían usarse para difundir información errónea, dijeron las personas.
Los preparativos subrayan cómo las crecientes preocupaciones sobre la integridad de las elecciones de noviembre han llegado a las empresas de redes sociales, cuyos sitios pueden usarse para amplificar mentiras, teorías de conspiración y mensajes incendiarios. YouTube y Twitter también han discutido planes de acción que podrían implementarse si el periodo poselectoral se complica, según investigadores sobre desinformación y política que han asesorado a las empresas.
Durante los últimos años, las empresas de tecnología han trabajado para evitar que se repita la situación de las elecciones de 2016, cuando los operadores rusos utilizaron Facebook, Twitter y YouTube para enardecer al electorado estadounidense con mensajes divisivos. Aunque, desde entonces, las compañías han tomado medidas drásticas contra la intromisión extranjera, están considerando un posible aumento de las interferencias nacionales, como las de QAnon, el grupo conspirativo de derecha, y el propio Trump.
En las últimas semanas, Trump, quien usa las redes sociales como un megáfono, ha afilado sus comentarios sobre las elecciones. Ha cuestionado la legitimidad de la votación por correo, sugirió que las boletas de los votantes que se enviaban a través del Servicio Postal no se contarían y evitó responder si abandonaría el poder en el caso de perder la votación.
Alex Stamos, director del Observatorio de Internet de la Universidad de Stanford y exejecutivo de Facebook, dijo que Facebook, Twitter y YouTube enfrentan una situación singular en la que “tienen que considerar al presidente como un mal actor potencial” que podría socavar el proceso democrático.
“En Estados Unidos no tenemos experiencia con eso”, añadió Stamos.
Facebook puede estar en una posición especialmente difícil porque Zuckerberg ha dicho que esa red social defiende la libertad de expresión. A diferencia de Twitter, que ha marcado los mensajes de Trump por no ser exactos sobre los hechos y glorificar la violencia, Facebook ha dicho que las publicaciones de los políticos son de interés periodístico por lo que el público tiene derecho a verlas. Tomar medidas sobre las publicaciones de Trump, o su campaña después de la votación, podría hacer que Facebook sea acusada de censura y prejuicios contra el conservadurismo político.
En una entrevista con The New York Times este mes, Zuckerberg habló sobre las elecciones y dijo que la gente debería estar “preparada para el hecho de que existe una alta probabilidad de que se necesiten días o semanas para contar los votos, y no hay nada incorrecto o ilegítimo en eso”.
Un portavoz de Facebook se negó a comentar sobre la estrategia poselectoral.
“Continuamos planificando una variedad de escenarios con el fin de asegurarnos de estar preparados para las próximas elecciones”, dijo.
Judd Deere, portavoz de la Casa Blanca, dijo: “El presidente Trump seguirá trabajando para garantizar la seguridad y la integridad de nuestras elecciones”.
Google, propietaria de YouTube, confirmó que estaba organizando reuniones de estrategia poselectoral, pero se negó a dar más detalles. Jessica Herrera-Flanigan, vicepresidenta de políticas públicas de Twitter, dijo que la compañía estaba evolucionando sus políticas para “identificar, comprender y mitigar mejor las amenazas a la conversación pública, tanto antes como después de una elección”.
Al principio, Facebook se había centrado en el periodo previo a las elecciones, el momento en el que sucedió la mayor parte de la intromisión rusa en la plataforma en 2016. La compañía diseñó casi 80 escenarios, muchos de los cuales analizaron lo que podría salir mal en su plataforma antes de que los estadounidenses votaran, dijeron las personas que asistieron a las reuniones.
Facebook analizó qué haría, por ejemplo, si piratas informáticos respaldados por un Estado nación filtraban documentos en línea o si un Estado nación realiza una campaña de desinformación generalizada en el último minuto para disuadir a los estadounidenses de acudir a las urnas, dijo un empleado.
Para reforzar el esfuerzo, Facebook invitó a miembros del gobierno, de los laboratorios de ideas y de la academia a participar y realizar ejercicios sobre las hipotéticas situaciones electorales.
Las discusiones siguen siendo fluidas y no está claro si Facebook cumplirá con el plan, dijeron tres personas cercanas a las reuniones.
En una llamada con los reporteros este mes, los ejecutivos de Facebook dijeron que habían eliminado más de 110 mil piezas de contenido entre marzo y julio porque violaban las políticas de la compañía relacionadas con las elecciones. También dijeron que había muchas cosas sobre la elección que no sabían.
“En este entorno que cambia rápidamente, siempre estamos en una especie de ‘equipo rojo’ y trabajamos con socios para comprender cuáles son los próximos riesgos”. dijo Guy Rosen, vicepresidente de integridad de Facebook. “¿Cuáles son los diferentes tipos de cosas que pueden salir mal?”.