Tras la revisión del caso, el magistrado ha llegado a la conclusión de que la petición de extradición panameña “satisface todos los requerimientos legales”.
El ex mandatario, de 65 años, fue arrestado el 12 de junio en Miami en virtud de una orden de detención contra él emitida por Interpol a petición de la Justicia de Panamá. Pese a los requerimientos, Martinelli se había negado a comparecer ante los tribunales de su país.
Desde su arresto ha estado encarcelado preventivamente ya que el juez rechazó fijar una fianza para su puesta en libertad. Ahora queda bajo custodia de los Marshals hasta el pronunciamiento necesario del Departamento de Estado norteamericano.
Su defensa, no obstante, había indicado antes de conocerse la decisión del juez que apelaría el fallo en caso de que el juez garantizara la extradición.
El Gobierno estadounidense podría frenar la extradición si quisiera porque siempre tiene la última palabra, pero no es previsible que eso suceda.
Martinelli está acusado en su país de haber espiado a políticos de la oposición mientras estaba en el poder y de haberlo hecho con fondos públicos.