El procedimiento judicial tuvo su origen en un documento libio, publicado en mayo de 2012 por el sitio de información “Médiapart”, en el que se daba cuenta de que el ex jefe del Estado francés había recibido dinero de Gadafi.
En noviembre de 2016, el empresario e intermediario Ziad Takieddine afirmó haber llevado cinco millones de euros en efectivo entre finales de 2006 y comienzos de 2007 de Trípoli a París que entregó a Claude Géant y a Nicolas Sarkozy, que era entonces ministro de Interior.
Unas alegaciones que venían a confirmar las de Abdallah Senoussi, antiguo responsable de los servicios de información militares del régimen del derrocado líder libio en septiembre de 2012 ante un fiscal en su propio país en la misma línea.
Además, la justicia francesa recuperó la agenda del que fuera ministro del Petróleo de Gadafi, Choukri Ghanem, muerto en 2012 en turbias circunstancias, donde aparecían mencionados pagos de dinero a Sarkozy.
Un antiguo colaborador del líder libio que se encargaba de las relaciones con Francia, Bechir Saleh, también aseguró a “Le Monde” que Gadafi dijo que “había financiado a Sarkozy”.
Uno de los jueces que dirige esta investigación, Serge Tournaire, es el mismo que lo inculpó en otro sumario, en ese caso por los fondos para la campaña de 2012 en la que no fue elegido.
Según “Le Monde”, la declaración bajo arresto del presidente de Francia entre 2007 y 2012 significa que los magistrados consideran tener pruebas suficientes para inculparlo.
Entre otras cosas, porque antiguos dignatarios del régimen de Gadafi han aportado elementos que vienen a confirmar las sospechas.
Sarkozy ha denunciado siempre esas acusaciones, que ha atribuido a manipulaciones y a un ensañamiento contra él.