Al llegar al aeropuerto de la capital mexicana, Morales saludó con la mano nada más poner un pie fuera del avión y fue recibido por el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.
Se acompaña del vicepresidente de Bolivia, quien también ha renunciado, Álvaro García Linera.
Ebrard le dio su más “cordial bienvenida” a Evo Morales y su comitiva en un día de “alegría” por lograr dar asilo a Morales.
En una primeras palabras, Morales, visiblemente cansado, tachó de “golpe de Estado” lo acontecido en Bolivia tras las elecciones del 20 de octubre.
“Gracias a México, a sus autoridades, pero también quiero decirles que mientras tenga la vida seguimos en política, mientras esté en el tren de la vida sigue la lucha, y estamos seguros que los pueblos tienen todo el derecho de liberarse”, dijo en una primera declaración en el hangar del Ejército mexicano.
Este fue el avión que llevó a Morales a territorio mexicano:
Evo llegó sano y salvo a México pic.twitter.com/RVjCnhgUTo
— Marcelo Ebrard C. (@m_ebrard) November 12, 2019
Vea las declaraciones del exmandatario:
Sinuoso periplo
La lista de complicaciones diplomáticas comenzó cuando el avión de la Fuerza Aérea de México aterrizó el lunes en Lima, donde tuvo que esperar por horas las autorizaciones correspondientes para poder seguir hacia Bolivia a recoger a Morales.
Cuando hubo luz verde, “despegaron de Lima y cuando llegaron al espacio aéreo de Bolivia les dijeron (a la tripulación) que no, que ese permiso ya no era el válido (…) entonces hubo que retornar a Lima”, relató Ebrard.
En Bolivia actualmente “no se sabe quién decide qué”, dijo Ebrard. Más tarde, autoridades bolivianas otorgaron nuevamente un permiso para la llegada del avión, que aterrizó en Chimoré, Cochabamba (centro).
Cambios ‘al vuelo’
La ruta prevista para el regreso era la misma, explicó Ebrard. “Es decir, regresar a Lima para recargar combustible y después volar directo a México”.
Sin embargo, el gobierno peruano decidió entonces que “por valoraciones políticas se suspendía ese permiso par bajar en Lima”, continuó.
Eso “fue muy difícil y muy tenso porque en el aeropuerto donde estaba Evo Morales (ya abordo del avión mexicano) ya había una situación difícil (…) los simpatizantes de él estaban entorno al aeropuerto y en el interior del aeropuerto había elementos de las fuerzas armadas de Bolivia, entonces fue un periodo de los de mayor tensión para nosotros”, describió Ebrard.
El “Plan B”, entonces, fue recurrir a Paraguay. “Nos ayudó mucho el presidente electo de Argentina (el izquierdista Alberto Fernández) porque él también habló con el presidente de Paraguay”, Mario Abdo, comentó.
Una vez conseguido ese permiso, las autoridades de Bolivia amenazaron con no dejar partir el avión.
“Ya no nos iban a permitir salir, ahora sí que por un milimétrico espacio se dio la salida”, dijo el canciller.
Pero al salir de Bolivia, el viaje continuó complicándose. Ya en Asunción, México consiguió permiso para que Perú al menos lo dejara volar en su espacio aéreo, y en el de Ecuador, en caso de que fuera necesario recargar combustible en su territorio.
Antes de partir, sin embargo, Bolivia se negó a que la aeronave pasara por su espacio aéreo nuevamente.
Entonces la diplomacia mexicana y brasileña “consiguieron el permiso para poder volar en la línea fronteriza entre Bolivia y Brasil”.
No fue todo. “Hubo que rodear Ecuador porque ya estando en vuelo les dijeron que no les permitían sobrevolar el espacio aéreo y que lo iban a revisar, entonces hubo que rodear y entrar a aguas internacionales”, concluyó Ebrard.
Segunda odisea
Finalmente, Morales se encuentra camino a México, donde tendrá asilo.
Desde que se conoció que el dirigente boliviano había aceptado la oferta de asilo, opositores han criticado al gobierno mexicano.
López Obrador replicó este martes: “Se ha dado asilo a perseguidos de todas las corrientes de pensamiento, de todas las religiones, yo entiendo que exista alguna inconformidad de los conservadores de México, por eso he insistido mucho en que existe el conservadurismo en México”.
Más de 20 personalidades políticas de Bolivia se han refugiado en la embajada de México en La Paz en medio de la actual crisis, pero las autoridades mexicanas no han revelado sus identidades.
Para Morales, el viaje con obstáculos no es el primero. En julio de 2013, cuando retornaba de Moscú a La Paz tras asistir a un evento oficial, Francia, Italia, Portugal y España le cerraron temporalmente el uso de sus espacios aéreos. Según Bolivia, Estados Unidos les había alertado que en la nave estaba Edward Snowden, el informático estadounidense detrás de las revelaciones sobre los programas secretos de vigilancia.
Al no poder proseguir hacia el Atlántico, el avión de Morales tuvo que regresar y aterrizó de emergencia en Viena, donde permaneció por más de 24 horas para retomar luego su viaje a Bolivia, tras disculpas de los gobiernos de las cuatro naciones.
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