Algunos heridos se encuentran graves, por lo que el número de víctimas mortales podría aumentar, dijo la Policía.
El carro estaba parqueado en el exterior del establecimiento y, al parecer, fue detonado por el propio conductor. El restaurante, de pequeñas dimensiones, quedó completamente destruido, según relató a EFE un testigo.
En lo que va de año, medio centenar de personas ha muerto en la capital de Somalia como consecuencia de los ataques de Al Shabab, que, a pesar de haber perdido gran parte de su territorio e influencia en el suroeste del país, todavía tiene cierta capacidad operativa para cometer atentados.
Ayer asesinó a seis personas en un ataque a un vehículo de Naciones Unidas en Garowe, capital de la región semiautónoma de Puntlandia, y el domingo mató a trece soldados que viajaban en un convoy la Misión de la Unión Africana por el suroeste del país.
Al Shabab, que en 2012 anunció su adhesión formal a Al Qaeda, lucha para instaurar un Estado Islámico de corte wahabí en Somalia.
Somalia vive en estado de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin un Gobierno efectivo y en manos de milicias radicales islámicas, “señores de la guerra” y bandas de delincuentes armados.