Troye, una republicana de toda la vida que en estas elecciones votará por Kamala Harris, contó a EFE el “conflicto interno” que la atormentó durante su etapa en la Casa Blanca.
Una de las situaciones que más impactó a Troye fue la admiración que Trump manifestaba por personajes autoritarios y “hombres fuertes”, y la naturalidad con la que hablaba de ello en reuniones a las que ella asistía. Durante una de esas juntas, Trump elogió abiertamente a Nicolás Maduro, al que criticaba en declaraciones públicas.
“Le he oído hablar de Maduro, él ha apoyado a Maduro. Y yo me quedé confundida en esas juntas, porque me preguntaba: aquí estamos diciendo ‘libertad para Venezuela’, diciendo todas esas cosas, y aquí está el presidente afirmando que Maduro es fuerte”, narró Troye.
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Agregó que estas declaraciones causaban desconcierto entre el persona de la Casa Blanca. Troye se cuestionaba cuáles eran las verdaderas intenciones de Trump, quien apoyaba a Maduro en privado mientras que en público abogaba por una política dura para sacarlo del poder.
Troye fue decepcionada al observa a un presidente que no dudaba en jugar a la política, en lugar de gobernar.
La retórica antiinmigrante de Trump
La ex asesora comentó que la postura de migración de Trump le afectó especialmente porque su madre migró de México y ella misma fue criada hablando español en El Paso, Texas, con un contacto constante con habitantes de Ciudad Juárez y Chihuahua.
“Cuando un presidente utiliza ciertas palabras y se expresa sobre estos temas, las consecuencias se sienten en nuestras comunidades”, aseguró.
Troye recortó el tiroteo en 2019 en un centro comercial en El Paso donde murieron 23 personas. El autor del ataque dijo que deseaba acabar con la “invasión hispana”, empleando un lenguaje similar al usado por Trump.
La tía de Troye, de origen mexicano como su madre, se encontraba en el centro comercial en el momento del ataque y, aunque resultó ilesa, el corazón de Troye se encogía cuando escuchaba a Trump referirse a ese suceso en las reuniones de la Casa Blanca.
“Era difícil para mí porque estaba viendo al presidente de mi partido hablar de mi comunidad y pensaba en mi tía”, explicó.
De asesora republicana a defensora de Harris
Troye abandonó la Casa Blanca en agosto de 2020, en parte debido a la gestión de Trump de la pandemia. En ese momento, ella era la encargada de representar a Pence en el grupo de trabajo de la Casa Blanca sobre la covid-19 y pudo constatar de primera mano cómo los intereses políticos guiaban la respuesta a la pandemia.
Apenas un mes después, Troye sacudió al Partido Republicano al publicar un vídeo con el grupo “Votantes republicanos contra Trump” en el que anunciaba que, pese a haberse criado en un hogar católico y con los valores republicanos, iba a votar por el demócrata Joe Biden en las elecciones de 2020.
En 2024, Troye forma parte del grupo “Republicanos por Harris” y llegó incluso a pronunciar un discurso en la Convención Nacional Demócrata en agosto, en el que urgió a los republicanos huérfanos de partido y votantes independientes a respaldar a Harris para preservar la democracia estadounidense.
“Quiero ver en la Casa Blanca a alguien que sea responsable, que se tome en serio los asuntos cuando haya una crisis y que sea presidente para todos, no solo para un grupo”, enfatizó Troye.
Su testimonio se produce cuando varios exasesores de Trump han alertado sobre los riesgos que supondría un segundo mandato. Esta misma semana, su exjefe de gabinete, el general John Kelly, aseguró que el expresidente cumple con la definición de “fascista” y reveló que durante su mandato este llegó a sugerir que Adolf Hitler hizo algunas “cosas buenas”.